Camino de Santa Fé (1940), de Michael Curtiz

La Guerra de Secesión fue toda una mina de oro para realizar films, aunque el nivel de coherencia o fidelidad histórica no se correspondiese con respecto a lo que ocurría en ese periodo histórico... pero eso dejémoslo para otro momento: el caso es que Robert Buckner escribió un guión sobre determinados personajes y hechos de la Guerra de Secesión que gustó mucho en Warner Bros, siendo una de las cinco películas que Warner llegó a pactar con Errol Flynn para tener al actor en plantilla, ya que en un principio, se pensó en Randolph Scott como personaje principal. Dennis Morgan fue anunciado en un principio para ser colega de Flynn en el film, pero su nombre fue cambiado por el de John Wayne, hasta que finalmente, sería Ronald Reagan el compañero de fatigas de Errol en el film.

Una vez que se tuvo a todo el reparto, tocó hacer un rodaje a medio camino entre California y Santa Fé... pero lo curioso vino en el momento de su estreno: el film se estrenó en Santa Fé, durante lo que iba a ser un festival de tres días donde buena parte del reparto principal estuvo, siendo agasajados por la mismísima Rita Hayworth haciendo un baile de bienvenida... así como trenes que a Warner le costó 5000$ movilizar para fueran de Hollywood a Santa Fé y viceversa, 250 invitados... pero ocurre algo inesperado: Olivia de Havilland se queja de dolores fuertes en en vientre y es llevada en avión a un hospital, donde fue operada de apendicitis.

¿Y de qué va CAMINO DE SANTA FÉ? Pues nos mete en West Point, 1857: uno de sus cadetes, Carl Rader (Van Heflin), es expulsado de la academia militar por difundir panfletos en contra de la esclavitud de personas afroamericanas y estar a favor del abolir la esclavitud. Sus compañeros de graduación, Jeb Stuart y George Custer (Errol Flynn y Ronald Reagan respectivamente...) alcanzan el grado de subtenientes y son enviados a Fort Leavenworth, en Kansas. Durante el trayecto en tren hacia su destino, Stuart y Custer conocen a Cyrus K.Holliday (Henry O'Neill) y a su hija Kit (Olivia de Havilland), de la cual tanto Stuart como Custer quedan prendados, pero las cosas se complican cuando llegan a Kansas, descubriendo la sangrienta trayectoria de John Brown (Raymond Massey), el líder antiabolicionista que con sus ataques causan el caos y el horror en Fort Leavenworth, ayudado por Carl Rader, que sobrevive como mercenario al servicio de Brown. ¿Lograrán Stuart y Custer detener a Brown de una vez por todas?

La película es interesante por varias cosas: para empezar, ver a Errol Flynn haciendo de un personaje que si bien existió, nunca tuvo trato con Custer, ya que Custer se graduaría siete años después que Stuart... y sobre todo ver a Ronald Reagan haciendo de Custer, un Custer lejos del que, curiosamente, interpretase Errol Flynn en MURIERON CON LAS BOTAS PUESTAS. Además, tiene su interés por un detalle curioso, y es que aquí vemos un villano, interpretado por Raymond Massey, que busca la libertad de los esclavos afroamericanos al margen del ejército de la unión, luciendo un look y un aspecto similar (aquí luce canas...) al que sería conocido Abraham Lincoln, quien sería el responsable de abolir la esclavitud. Su escena en la cual habla a esclavos negros sobre el fin de la esclavitud es sobrecogedora, ya que lo ven con un mesías que les liberará.

Hay acción, ya sea a pie o a caballo, momentos de tensión (el asalto a un tren por parte de los hombres de Brown, que culmina con la detención del hijo malherido del villano, interpretado por Gene Reynolds, que antes de morir revela el escondrijo donde su padre y sus hombres se reunen... por no hablar del clímax final en la armería), y por supuesto, el romance previsible entre los personajes de Flynn y de Olivia de Havilland, uno de los peros que se pueden achacar a la película, ya que hay detalles que a los puristas les puede tirar para atrás (muchas de las armas que se ven en el film se fabricaron décadas después de los sucesos en los que está ambientado el film, algunos de los hechos, como el asalto a la armería, no sucedieron tal y como cuenta el film... por no hablar de que el personaje interpretado, bastante bien, por cierto, por Van Heflin, no existió realmente...).

Tenemos la banda sonora de Max Steiner, que acompaña en todo momento en el film... con todo lo bueno y todo lo malo que eso conlleva (determinados momentos pues son mas delatores que otros, le falta algo de sutileza, pero bueno, así eran las bso de antaño...) y ojo, algún que otro momento emotivo (el discurso final de Brown antes de morir...).