El sector de los videojuegos está al borde de un colapso que puede tener poco que envidiar al crash del 83. Ya nos viene el aire del borde del barranco, y no reaccionamos.
El sector de los videojuegos está al borde de un colapso que puede tener poco que envidiar al crash del 83. Ya nos viene el aire del borde del barranco, y no reaccionamos.