La herencia de los Bloodshy (1978), de Robert Butler

La historia de ésta película se la ocurrió a Rod Piffath pensando cómo sería tener un hermano gemelo en los tiempos del Salvaje Oeste americano, y en Disney les gustó el esbozo que Piffath había hecho que dieron luz verde a realizar una película al respecto, contratando a Joe McEveety, Arthur Alsberg y Don Nelson para realizar un guión convincente, divertido y por supuesto, familiar. Robert Butler, director habitual de la casa (hizo cuatro films para Disney con Kurt Russell de protagonista...), se encargaría de dirigir, contando como protagonista a Jim Dale, actor británico conocido por aparecer de secundario en la serie de películas CARRY ON... protagonizadas por Bob Hope y Bing Crosby y que actualmente es conocido por ser la voz narrativa de los audiolibros de la saga de Harry Potter en inglés. Rodeado de secundarios cómicos como Don Knotts (antes de meterse de casero en un APARTAMENTO PARA TRES...) o Jack Elam, el resultado es una peli del Oeste con un puntillo de... bueno, ya os contaré mas abajo.

Bloodshy es un pueblo que vive con relativo miedo, y es que hay rumores de que la salud de su fundador, Jasper Bloodshy (Jim Dale), cada vez va menguando... y temen que su hijo Wild Billy Bloodshy (Jim Dale de nuevo), se haga cargo del lugar con mano de hierro y pistola humeante. Antes de morir, Jasper decide modificar su testamento con el fin de que la herencia se reparta entre sus hijos, ya que al parecer, aparte de Wild Billy, Jasper tuvo otro hijo, Eli (interpretado por... sí, Jim Dale...), que trabaja en Filadelfia como predicador y misionero. Jasper cae por un acantilado y el testamento se pone en marcha, avisando tanto a Wild Billy y a Eli, quien emprende con los pequeños Roxanne y Marcus (Debbie Lytton y Michael Sharrett) el largo viaje a Bloodshy. Por el camino, Eli es confundido por Wild Billy, y es que nadie en el pueblo sabe de que Eli y Wild Billy... son gemelos. La confusión sera aprovechada por el alcalde Ragsdale (Darren McGavin) para que ambos hermanos se enfrenten y así quedarse con la herencia de Jasper... y a todo esto, Eli hará una amistad muy especial con Jenny (Karen Valentine), maestra de escuela que viaja a Bloodshy para ejercer. ¿quién se quedará finalmente con la herencia?

La película busca jugar con los equívocos acerca de dos personas idénticas... pero con distinto carácter, interpretados por un Jim Dale que hace lo que puede para dar vida a dos personajes diametralmente opuestos: el violento Wild Billy y el pacífico Eli (la escena en la cual se encuentran es divertida por la reacción de Will Billy y Eli al encontrarse...), a lo que hay que añadir que las condiciones para conseguir la herencia dan pie a momentos divertidos y llenos de acción vertiginosa (para empezar, una carrera en locomotoras, para después correr por los rápidos en piragua,  escalar una escarpada montaña, cruzar un río a través de un puente de cuerdas y llegar al pueblo en una carreta tirada por seis caballos...) al mas puro estilo de otras películas similares de carreras con el "toque Disney" habitual.

Don Knotts hace de sheriff de la ciudad, aportando su comicidad gestual habitual, aderezada por duelos eternos con Jack Elam para animar un poco la cosa, hay secuencias que parecen un catálogo de especialistas de películas de acción en el Oeste (cuando Eli y los demás llegan a Bloodshy...), y por supuesto, el personaje de Karen Valentine es el interés amoroso de Eli, llegando a un previsible final feliz. No faltan las peleas dentro y fuera del Saloon, ya sea entre hombres, mujeres y viceversa, tiros por doquier, explosiones... y un Darren McGavin como villano sibilino de la función, dispuesto a quedarse con la fortuna de los Bloodshy a cualquier precio, aunque incluya matar a los dos hermanos para ello. Sin embargo, hay un detalle esencial de la película que merece ser contado:

En realidad, Jasper Bloodshy no murió, sino que con ayuda de su mayordomo Mansfield (John Williams, y no, no compone bandas sonoras...), fingió su muerte para conseguir que sus hijos se conociesen y así saber cual de los dos se quedaba con su fortuna y herencia, ganando alguno de ellos la carrera. Una carrera donde al final, los hermanos se reconcilian y se llevan bien, como era de esperar en toda película Disney. Eso sí, Jasper provocaría algún que otro inoportuno "momento de ultratumba" al final del film a modo de chiste.

Los temas de Buddy Baker chirrían en ocasiones ya que son... como diría yo... "demasiado alegres" para ser una película de Oeste, familiar, pero del Oeste al fin y al cabo, y bueno, los efectos especiales... de la época, con virguerías para poner a Jim Dale en dos papeles distintos en un mismo plano (ese momento espejo en el Saloon...), y cromas chirriantes en determinados momentos (esas locomotoras cantosas...).