¿Os sentís identificados/as con esta imagen?

No.

Por suerte, no.

Por suerte no.  A mí me discriminaban por ser empollón pero la cosa cambió cuando me hice portero del equipo de fútbol y los brazos me crecieron el doble. 

 

Lo de jugar videojuegos estaba bien visto en mi colegio porque suponía irse a los salones recreativos con colegas y también que compañeros de clase vinieran a mi casa a viciar con la NES.

Al final es una pena que un niño o cualquier persona se vea a obligada a refugiarse en los videojuegos o comics debido a situaciones delicadas que viven en su colegio o en su casa.


Creo que es una situación cada vez menos común y que, afortunadamente, estamos dejando atrás.

Ni de lejos, es mas, mis actuales amigos los conoci por jugar en cadetes con algunos de ellos en futbol sala, de eso hace 25 añitos ya.

Un poco sí, aunque no de manera tan exagerada obviamente. 

Por suerte sólo con la del deporte.

Pero eso siempre me chupó un huevo y parte del otro.

Creo que soy muy joven (26) para que me tocara esas situaciones cuando era pequeño.

 

Los videojuegos son, para mi, otra forma de entretenimiento, no una manera de escapar de la realidad o de reafirmación. También me importa una mierda lo que diga la gente, así que en las pocas ocasiones en las que alguien se metía conmigo por jugar no me afectaron.

 

En casa, a mis padres les daba igual si jugaba al Mario o al fútbol con los amigos siempre que los estudios salieran adelante, así que tampoco tuve problemas.

 

 

Mi situacion fue exactamente igual. Siempre que no descuidara mis obligaciones y estudios mis padres no tenían problema con que jugara videojuegos (claro, mientras no estuviera todo el día pegado a la pantalla ).

 

 

Eso de apartarse de la realidad afortunadamente nunca he tenido que llegar a eso. Siempre he visto los videojuegos como el hobby que más me gusta y me apasiona pero hasta ahí.