Dragon Ball Z: Sagas, Impresiones

Los famosos saiyanos vuelven a las consolas con un nuevo título, esta vez orientado hacia la aventura. Adéntrate, de la mano de Atari, en el universo de Dragon Ball Z y revive los grandes momentos de la serie junto a Goku y sus amigos.

Ponerse a escribir este Primeras Impresiones del nuevo título de Atari, Dragon Ball Z Sagas, es algo realmente complicado. El principal motivo es el conflicto interno que se crea tras 'disfrutar' de este título que no sólo es capaz de tirar por tierra todas las expectativas que cualquiera pudiese poner en él, sino que llega a conseguir que uno se replantee la afición a los videojuegos.

Cuando se anunció este juego, lo cierto es que sonaba bien. Un título mezcla de aventura y beat'em up basado en el universo Dragon Ball, algo que casi todos los seguidores de la exitosa obra de Akira Toriyama deseaban o llegaran a soñar con ello en alguna ocasión. Las primeras imágenes no fueron excesivamente prometedoras, pero se mantuvo el beneficio de la duda con la esperanza de que se tratase de un título divertido y lleno de posibilidades. Tras probarlo, podemos decir que no es sino una gran decepción que parece que va a ser exclusiva del mercado americano. Menos mal.

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De este modo, la acción seguirá el curso de la historia de Toriyama fielmente, y tras Raditz vendrán Vegeta y Nappa, el planeta Namek con Freezer y sus subordinados, los androides y Célula. Cada saga está subdividida en pequeños capítulos que, una vez superados, el jugador no tendrá que volver a visitar, aunque podrá hacerlo a su antojo entre los ya terminados.

La presentación del título en este aspecto es bastante simplona, empezando por una pantalla de título desoladora y excesivamente pixelada. En el apartado positivo se puede destacar el interesante (y rápido) resumen mediante animación de todo Dragon Ball, que hará las delicias de todos los fans. La tónica de meter escenas de animación se repite a lo largo del juego entre los diversos episodios, pero de modo mucho menos acertado, ya que se tiñen de rojo en el fondo las escenas importantes y pequeños cuadros con otras escenas van poblando la pantalla, con un resultado bastante mediocre.

A la nula capacidad de respuesta del personaje, que a estas alturas resulta inconcebible que tarde tantísimo en realizar las acciones que deseamos, se le une una cámara pésima, que sigue tristemente la acción, dificultando el avance e impidiendo poder explorar ciertas zonas de los escenarios. Aún por encima, es fija e imposible de recolocar.

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Los escenarios, a su vez, están muy poco trabajados, con grandes vacíos monocromáticos y algún que otro elemento rocoso que destruir a base de kame-hames. Además, pecan de ser cortos, excesivamente cortos, se trata de pequeñas zonas vacías donde acabar con unos cuantos (pocos) enemigos y nada más, lo cual repercute en la duración de los capítulos y del juego en general.

Los enemigos empiezan siendo enemigos lógicos de la serie, para ir degenerando poco a poco con extrañas variaciones de los mismos. Por lo general siguen la misma táctica en todo el juego, independientemente del enemigo que sea o del planeta en el que nos encontremos. Es decir, unos cuantos enemigos atacan directamente al personaje, mientras otros se mantienen alejados atacando a distancia.

Es curioso ver las muertes de los enemigos. Cuando el personaje deja de golpearlos, siguen en pie, para segundos después caer por su propio peso y morir, y esto es algo que pasa siempre. Además, si el jugador no deja de golpearles, no llegan a caer nunca. Se trata también de enemigos condescendientes, q si el personaje está acabando con uno de sus compañeros, le rodean pero no le molestan en su labor.

Las misiones que se encomiendan en los capítulos son bastante absurdas en su mayoría, destacando la de recoger las siete Dragon Balls, ya que están ridículamente cerca unas de otras en los reducidos escenarios. Por si acaso no fuese bastante fácil encontrarlas, disponemos de un Dragon Radar en un borde de la pantalla, que pita al estar cerca de ellas.

En el otro aspecto de juego están los enfrentamientos contra grandes enemigos, que son la mayoría del juego. Para estos momentos, la pantalla se pone en formato panorámico, intentando resaltar la importancia del enfrentamiento. Pero tampoco estos se salvan de la quema, y menos tras disfrutar de Dragon Ball Z Budokai 3.

Resulta ridículo que para acabar con Vegeta sea casi imposible acercarse a él y que mediante ataques lejanos de Kame Hame Ha's, se acabe fácilmente con su vida. Del mismo modo, Freezer sólo puede ser derrotado en estado de Super Saiya, pero ese estado depende de una barra especial que disminuye excesivamente rápido y aumenta de un modo extremadamente lento, convirtiendo el combate en algo tedioso.

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En un aspecto más positivo, cabe destacar la gran cantidad de guiños a la serie. Los personajes podrán volar (poco, unos pocos metros del suelo), lanzar a los enemigos a lo más lejano del escenario o aprender nuevas técnicas a medida que avanzan en la aventura (aunque se compran con monedas)..

Se nota falta de trabajo en el título, que ha sido realizado con prisas, seguramente innecesarias, intentando explotar lo que puede ser un filón sin fin, pero que antes o después dejará de funcionar gracias a trabajos como este. Ni gráficamente, ni en el apartado jugable, ni tan siquiera las escenas de animación han sido aprovechadas de forma inteligente, a pesar de que podría haber sido muy fácil.

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A pesar de que su lanzamiento en Europa es todavía una incógnita, nos reservamos para un posible futuro análisis más exhaustivo. Sin embargo, no es un título para esperar con impaciencia, ya que muchísimas cosas tendrían que cambiar en la versión europea para que llegase a ser un juego cuanto menos decente. Lo más positivo que se puede destacar tras esta primera toma de contacto es que, en pequeñas dosis, puede llegar a entretener un poco, aunque no demasiado dada su corta duración.

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