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Regreso al Pasado TV 2x13, Colecovisión

Aquí tenéis la consola Colecovision

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Hoy echamos la vista atrás para acercaros una consola perteneciente a la segunda generación de sistemas de entretenimiento. La Colecovision, lanzada en el ya lejano 1982, es una plataforma que llamó bastante la atención en su día gracias a sus virtudes técnicas, que permitían unas conversiones de máquinas recreativas muy cercanas a los originales vistos en salones arcade. La reina por aquella época era la Atari 2600, pero su hardware de 1977 ya se encontraba notablemente desfasado, así que no fueron pocos los usuarios que cambiaron de plataforma sin dudarlo un solo instante. La compañía Coleco, creadora de la consola, puso todo su empeño en darla a conocer al público, por lo que se hizo con la licencia de uno de los juegos arcade más populares de entonces, Donkey Kong. La conversión a su consola del histórico juego de Nintendo resultó ser la más fiel a la recreativa lanzada hasta entonces, y fue incluida en un pack junto a Colecovision, lo que ayudó a que la popularidad de la máquina creciera en poco tiempo.

En las navidades de 1982, Coleco había conseguido vender medio millón de consolas, una cifra impresionante para la época, por lo que se convirtió en la primera máquina capaz de competir en igualdad de condiciones con Atari y su VCS 2600. Atari trató de responder al desafío lanzando la sucesora de dicha máquina, la 5200, pero su impacto en el mercado fue prácticamente testimonial. Coleco iba a por todas, y junto a las numerosas conversiones de las recreativas del momento, lanzó una serie de periféricos para su máquina entre los que incluso se incluía un módulo de expansión que permitía cargar en la Colecovision los cartuchos de 2600, con lo que los aún indecisos usuarios de la mencionada máquina de Atari también saltaron al nuevo sistema. Atari emprendió acciones legales para tratar de bloquear la venta del periférico, pero no tuvo éxito, así que se vio obligada a ser testigo de cómo su competidora aprovechaba el éxito de su máquina más famosa, sin poder hacer nada al respecto. Otros periféricos de Colecovision incluían un volante con pedal, e incluso un combo de teclado, unidad de casete e impresora que transformaban la consola en un ordenador.

En los primeros meses de 1983, las cosas pintaban muy bien para Coleco. Las ventas sobrepasaron el millón de unidades, y todo parecía indicar que Colecovision se convertiría en el nuevo referente de los videojuegos en el mercado doméstico. Pero entonces llegó el famoso Crack del 83, y todo se vino abajo. Coleco fue incapaz de superar la crisis, ya que el mercado doméstico había quedado destrozado. Trató de sobrevivir lanzando el ya mencionado periférico que convertía la Colecovision en un ordenador, junto a esa misma computadora por separado (a la que bautizó como Adam), pero resultó ser inútil. En verano de 1985, Coleco abandonó la moribunda industria de los videojuegos, y a finales del mismo año dejó de fabricar la Colecovision, consola que había cosechado unas ventas totales de aproximadamente dos millones de unidades.

Como todos sabéis, la industria acabó resurgiendo gracias a la NES y los ordenadores de 8 bits, y aunque la Colecovision ya era historia, con el paso de los años siguió siendo recordada por todos aquellos que la habían disfrutado. Tanto es así que, ya en fechas recientes, Coleco Holdings decidió relanzarla como un sistema retro cerrado que incluye en su interior 60 juegos. Dicho sistema es el que hoy os mostramos. La llamada Colecovision Flashback es pura nostalgia en formato reducido. Y eso sí, aunque la consola es una versión mini de la plataforma lanzada en 1982, los mandos de control son bastante fieles a los originales. Estos controladores son auténticos hijos de su época, dado que antes de que el pad de NES, con sus dos botones y su cruceta, marcaran el camino a seguir, los sistemas de control solían tener unas palancas no demasiado cómodas, y un exceso de botones bastante significativo. Los controladores de la Coleco cuentan con un teclado numérico bastante similar al de un teléfono, y sobre él podían montarse diversas plantillas de forma muy similar a la vista en Jaguar, la que fuera última consola de Atari.

Aunque la selección de juegos de esta Coleco Flashback es bastante acertada, se echan en falta varios títulos, sobre todo aquellos que no han podido llegar debido a que eran juegos licenciados cuyos derechos expiraron décadas atrás. Así que no podremos disfrutar, por ejemplo, de Donkey Kong, aunque sí de otros grandes títulos como Space Panic, Pepper II y Jumpman Junior. Space Panic es la conversión de una recreativa de 1980, y está considerado por muchos como el primer juego de plataformas de la historia, a pesar de que nuestro personaje es incapaz de saltar; pero muchos de los elementos que Donkey Kong haría famosos un año después ya se encuentran presentes en este título, como las plataformas y las escaleras. Pepper II, al contrario de lo que puede indicar su nombre, no es la secuela de ningún juego anterior. Se trata de una recreativa de 1982 cuya jugabilidad se encuentra claramente inspirada por el mítico Pac-Man, aunque aquí, en lugar de comernos las píldoras de cada laberinto, deberemos dejar un rastro conforme avanzamos y esquivamos enemigos.

En cuanto a Jumpman Junior, no está basado en ninguna recreativa dado que es la conversión de un título proveniente de Atari 400. Se trata de un juego de plataformas de 1983 en el que debemos desactivar una serie de bombas mientras sorteamos diversos peligros y trampas. En definitiva, esta Colecovision Flashback es una auténtica pieza de museo que no puede faltar en una buena colección retro. Hacernos con una Coleco original puede salirnos bastante caro, ya que suelen rondar los 300 euros. El precio de los cartuchos más raros, sobre todo los europeos que llegaron en pocas unidades, también se disparan a los cientos de euros por unidad. Así que mejor haced como nosotros y comprad una Coleco Flashback, ya que es fácil de encontrar por menos de 50 euros, y vuestro bolsillo os lo agradecerá.