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Sid Meier's Starships, Impresiones

Sid Meier y un pequeño grupo dentro de Firaxis preparan un pequeño, simple e interesante apuesta en el 4X, un juego centrado en los combates entre naves capitales que serán los que determinen el futuro de nuestra gente.

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Seguramente no es una sorpresa, pero a pesar de que los juegos de Firaxis lleven el “Sid Meier” en su mayoría, el decano diseñador no está encima de cada proyecto de su estudio. Por supuesto, es la autoridad máxima en su estudio pero los que trabajan con él aseguran que muchas veces desarrolla un papel consultor y de apoyo, más que diseñar directamente el juego -tampoco es ninguna novedad, eso ya era así desde Civilization 2, con esa inolvidable alianza con Brian Reynolds que tantas alegrías ofreció en su día-. Pero a veces, Meier también tiene el gusanillo de arremangarse y crear algo de forma más directa. Apasionado irredento de los juegos de tablero, las creaciones en las que está más implicado suelen estar regidas por cierta simplicidad conceptual, buscando la profundidad a través de reglas claras y sencillas que se interconecten bien entre ellas.

Teniendo esto presente, nos adentramos en la demo jugable de Sid Meier Starships, una idea surgida alrededor de Beyond Earth, pero que no es una expansión -hay elementos de interconexión si se tienen los dos juegos, pero son sólo pequeños complementos-. El juego nos pone en la perspectiva de controlar una flota espacial con la que aumentar la influencia y los territorios de nuestra Federación/Imperio desde nuestro planeta base. Hay que insistir en que no estamos ante el nuevo “gran” juego de Firaxis, es un título creado por Meier y un pequeño grupo, lo que lo coloca en la línea de títulos como Ace Patrol -de hecho, Starships sale simultáneamente en tablet iOS y PC-. Así que si alguien está buscando un nuevo y épico 4X espacial, este seguramente no será su juego. Hay elementos clásicos del género: diplomacia, algo de gestión, desarrollo de tecnologías… pero todo está bastante simplificado y orbita alrededor de un elemento principal: los combates entre naves.

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El comienzo nos invita a elegir entre una de las tres facciones: Supremacy, Harmony y Purity, cada una ligada a una bonificación específica: una maravilla inicial para la primera, naves reparadas a mitad de precio para la segunda, y el doble de recursos por cumplir misiones en la tercera. Elegida esta “afinidad”, podemos encarnar uno de los ocho líderes, a elegir entre un guerrero que comienza con una nave adicional en la flota, una líder carismática que ayuda a mejorar la moral, o una científica con la que podemos empezar con dos avances científicos. No hay enormes diferencias entre las distintas elecciones, son más bien pequeños detalles que nos ayudan a definir un estilo de juego desde el comienzo, pero está claro que la idea es que haya cierta homogeneidad y equilibrio entre las facciones.

Lo que es el mapa galáctico -ideado para que sea fácil de manejar con una tablet- ofrece información clara sobre nuestro territorio, compuesto de un planeta, nuestros alrededores y los recursos a los que tenemos acceso en cada turno, que se recolectan de forma automática. En lo que es gestión planetaria y árboles de desarrollo no hay mucho que contar: tenemos varios tipos de recursos, con los que podemos “comprar” elementos como una nueva ciudad en nuestro planeta -aumentando los recursos por turno- o realizar avances científicos, que generalmente van ligados a la mejora de nuestra flota espacial. También hay un componente de diplomacia, con el que podemos establecer relaciones pacíficas o agresivas con otras facciones, pero que tampoco parece particularmente intrincado.

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La clave del juego está, como su nombre indica, en la flota espacial y en el desarrollo de combates y misiones con ellas. Contamos con una flota inicial de dos naves, y la posibilidad de gastar recursos en mejorar diversos aspectos en cada una de ellas: dureza de la nave, escudos, lasers a distancia, cañones para encuentros más cercanos, motores para mejorar nuestra velocidad, potencia de camuflaje, o la capacidad de desplegar cazas. Todos son elementos que van a tener un peso fundamental en las batallas de naves, encuentros por turnos que es donde realmente está la razón de ser del juego. Nuestros recursos para reparar, mejorar y aumentar nuestra flota se adquieren en cada turno y con ellos podemos especializar nuestras naves según veamos conveniente.

El funcionamiento básico de la partida es llevar nuestra flota a los distintos puntos de la galaxia - que tiene hasta cuatro tamaños que se pueden pregenerar al comienzo-, realizando misiones o conquistando otros territorios. Por ejemplo, podemos acudir a un planeta vecino y en él encontraremos una misión que podemos aceptar o rechazar -evaluando el tipo de misión que es, las posibilidades de triunfo y otros factores-. Las misiones son uno de los elementos principales de la dinámica de la campaña, ofreciendo variaciones más allá de neutralizar al enemigo. Algunas nos pedirán que aguantemos vivos durante un número determinado de turnos, en otras el objetivo estará marcado y podemos centrarnos en él si podemos evitar sus defensas, y en otras teníamos que detener el avance de una nave capital en rumbo de colisión con un planeta. Conseguir misiones nos reporta premios por parte del planeta que ha solicitado nuestra ayuda, además de una mayor influencia que nos puede permitir incorporarlos a nuestra órbita, consiguiendo crear rutas comerciales y aumentando nuestros recursos por turnos. Además, podemos invadir los mundos principales de nuestros contendientes, en una batalla de gran dificultad para conseguir borrarlos del mapa y conseguir sus dominios.

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Todas las misiones tienen mapas de combates aleatorios, repletos de cosas como asteroides -que pueden protegernos de los disparos enemigos- o agujeros negros que nos pueden llevar a otros puntos del mapa. El mapa es hexagonal, con un sistema por turnos y con un rango de movimiento y de acción para cada una de nuestras naves. Elementos como la cercanía, el tipo de arma utilizada, la clase de nave, el tener una trayectoria limpia y otros factores determinan el rango de éxito y de daño de nuestros ataques -hay cierto componente de Xcom en la forma en la que se plantean las batallas, aunque algo más simplificado-. Elementos como el camuflaje y los mencionados agujeros negros aumentan nuestras posibilidades tácticas, pero también las del enemigo, lo que hace que tengamos que tener precaución en cada paso que damos. Es simple, pero tenso e interesante, en la línea de lo que el título parece perseguir.

Con un lanzamiento planeado para el 12 de marzo, queda por ver hasta qué punto esta apuesta ligera puede ser competitiva en un campo que está en una cierta efervescencia en los últimos tiempos como el 4X espacial, con propuestas que compiten entre sí por ofrecer más complejidad, microgestión y control sobre los diversos aspectos de gestionar un territorio a escala galáctica. Quizás al ir en dirección contraria y centrarse más en el combate que otros juegos, Starships consiga su hueco.

Sid Meier's Starships

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  • Estrategia

Sid Meier's Starships, desarrollado por Firaxis Games y distribuido por 2K Games para PC, Mac e iPad, es una nueva entrega de la popular saga de estrategia Sid Meier's en el que podremos explorar una galaxia basada en Civilization: Beyond Earth y comerciar e investigar junto a nuestra flota de naves espaciales.

Carátula de Sid Meier's Starships
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