Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA

Superhéroe busca buen Videojuego

Olvidados, avergonzados, colocados en situaciones indignas, el mundo del comic está lleno de superhéroes que buscan el juego que les haga justicia y otros que les permita demostrar su valía. Vamos a repasar algunos ejemplos de personajes que merecen mucha mejor suerte

Actualizado a
Ampliar

Desde que el mundo del videojuego es mundo del videojuego, incontables son las adaptaciones que hemos visto de los héroes y superhéroes que nacieron en las páginas de comics, tiras de periódicos, revistas pulp y seriales radiofónicos. Hoy día podemos señalar con el dedo y descubrir buenos juegos, títulos que han estado a la altura del mito que estas figuras crearon en páginas o desde sus adaptaciones cinematográficas. Pero por una buena, por un juego que de verdad merece llevar en portada el nombre del héroe de turno, nos hemos encontrado con otros bastantes más indignos de ello. Adaptaciones hechas a la prisa y corriendo para aprovechar el tren de la recaudación en taquilla; insultos que no merecen portar tan ilustres nombres que se aprovechan de su tirón y fama. Y también héroes anónimos de otros tiempos que merecen ser descubiertos y que a día de hoy encontrarían su público con la fusión de géneros actual, pues de estos dos frentes va el reportaje. 

En estas últimas generaciones, la tecnología ha brindado a los estudios aquello que antaño no podían hacer o se veían muy limitados. Estamos en la era 3D, la Next Gen, el fotorrealismo. Desde hace una década podemos coger a Spider-Man en el cruce de la 5ª con Broadway, a pie de calle, y elevarnos y trepar y columpiarnos hasta la punta misma del Empire State. Podemos acechar desde las sombras con Batman a los criminales, infundirles el miedo que el personaje siempre ha hecho suyo, aterrorizarlos y luego despachar en un combate sin fisuras a 8 tíos. Podemos cabrearnos como Hulk, patear una ciudad entera, coger dos coches y plantárnoslos en las manos a modo de puños americanos. Podemos gracias a la magia MMO crear nuestro propio héroe/villano desde cero e impartir la justicia que queramos. Hasta podemos, en deuda infinita con LEGO –a pesar de su aspecto infantil es de las que más seria se lo toman en este sub-género y eso hay que reconocérselo- controlar no al completo, pero casi, enormes galerías de personajes DC y Marvel, tanto héroes como villanos, y todos con sus poderes y/o características que los hacen únicos.

Ampliar
Ampliar

Podemos hacer todo eso. Pero esto es en un ratio digamos del 40-60% o incluso 30-70%, siendo la mayoría de títulos obras que deberían haber estado mejor cuidadas, ya que intentan representar personajes, licencias y universos que tienen de sobra para conformar buenos juegos. Treyarch lo supo descubrir en Spider-Man 2, Rocksteady una generación después en Batman: Arkham Asylum. Pero ahora, en plena explosión absoluta del género, con licencias adaptadas de forma masiva, es increíble que la oscuridad del Ghost Rider, el Jinete Fantasma, permanezca sin tocar. Que la fuerza de todo el cast fílmico de Los Vengadores se queden en apps para móviles y pobres intentos licenciados pero nunca en juegos oficiales con calidad –un buen, no ya gran, sino simplemente un buen juego de Iron Man arrasaría. Que el mata-vampiros Blade languidezca como su popularidad, siendo como es una oferta de terror, acción, caza y exploración que se presta a ello. Y, sobre todo, que todavía no tengamos un juego DECENTE de Superman, el más grande, el primero, el más mítico de todos y por ende el que más se lo merece.

Decenas no, sino para centenas de ejemplos darían los personajes que merecen un puesto entre aquellos que obtuvieron al fin su juego representativo. Nosotros hemos querido conformar una lista variada, incluyendo comics que quizás algunos no conozcáis, pero cuyas características están presentes en producciones AAA hechas por desarrolladores que seguro de niños leyeron estas historias. Somos muy conscientes de que nos hemos dejado un montón en el tintero, puesto que por fortuna son muchos los personajes de calidad ahí fuera que esperan. También que no hemos citado ningún manga, pero es que eso es un universo propio que merece su propio reportaje,  un pequeño As que nos guardamos en la manga por si os gusta esta propuesta y la continuamos en el futuro mentando a Golgo 13, Lupin, Astro Boy, 3x3 Eyes, Mai: La chica con poderes, y un enorme etcétera propio.

Ampliar


Iron Man, Thor, Capitán América
Conformando en estos momentos la propiedad más codiciada a nivel de éxito inmediato en cuanto al Cine –Warner ha recapacitado ante la locura de estrenar su Batman Vs Superman contra Avengers 2-, Los Vengadores no  pueden estar más de moda. Tras un film simplemente redondo que nos trajo de vuelta el concepto de Blocksbuster con el que vibrar al tiempo que echarnos alguna que otra risa y dejarse de tanto dramatismo –los Batman de Nolan son magistrales, pero es un puro drama-, cada uno de los Avengers se ha dejado ver en juegos propios licenciados que no han hecho justicia a lo que podrían haber dado de sí. Iron Man ha contado con dos títulos en sobremesa y un tercero en formato móviles que si bien nos permiten manejar la Mark IV y atravesar escenarios sintiéndonos en la piel de Tony Stark –aunque con un control que necesitaba un buen repaso-, se han limitado a eso,  a que disparemos a tanques y volemos cosas con los repulsores. Tras el fiasco de Iron Man, SEGA repitió con Iron Man 2, más olvidable todavía.

Ampliar

Y si el “genio, playboy, millonario” no ha dado buen resultado, menos aún sus compañeros de fatigas. Thor y su martillo, y el Capitán América y su escudo probaron suerte en sendos juegos que seguían al pie de la letra la máxima de hacer una adaptación con un nombre estampado pero ya está, aunque al menos el Capi mantuvo el tipo al contrario que Thor, que ni Odin le podía salvar. Acción constante, mínimo desarrollo, escaso interés… Está claro que estos tres merecen juegos propios de más calidad, ya que la idea de Thor de movernos por mundos extraterrestres y visitar otras civilizaciones es atractiva, igual que explorar y seguirle la pista a Craneo Rojo en los años 40 con Steve Rogers. Y no menos la idea de Iron Man, del que nos atrevemos a sugerir un estudio cuya buena mano en la acción es más que palpable: Platinum Games y su Vanquish como referente. Como se puede apreciar, tanto a Hulk como a Spider-man los hemos dejado fuera, por el hecho de que el trepamuros tiene para sí una de las piedras filosofales en la historia del sub-género como es Spider-Man 2 y la revolución Sandbox que trajo consigo. Y la Masa, esperemos que alguien recoja las toneladas de diversión de Ultimate Destruction y las traiga de vuelta.

Ampliar
Ampliar
Ampliar

Catwoman
Quizás la fémina DC más conocida de forma mediática –por supuesto antes está Wonder Woman, aunque hasta Batman Vs Superman no volverá al primer plano mediático, al que curiosamente Joss Whedon intentó durante mucho traerla-, la eterna amante/enemiga de Batman ha aparecido varias veces en el formato interactivo. Y aunque su instante de protagonismo en Arkham City fue toda una sorpresa más que agradable –y sorpresiva, ahí está el inicio para dar fe-, y la ha incluido en el altar del prestigio que la serie Arkham engloba, la ladrona es lo suficientemente interesante y capaz como para demandar un juego propio. Su mayor momento protagónico fue en 2004, cuando la escultural Halle Berry la encarnó en una cinta que aún alguien en Warner debe explicarse como se le concedió al personal Pitof, autor de una joya visual como es la francesa Vidoq. Como estreno veraniego, la peli llegó con su oportuno videojuego.

Ampliar

Y aunque hay que reconocer que EA se portó en el apartado gráfico y en las mecánicas jugables –trepar, escalar y saltar con la ligereza de un minino-, es una pena que el imposible control y decisiones de diseño como la de derrotar a enemigos atrapándolos en partes del escenario, algo imposible casi dado la horrenda cámara y los extraños movimientos de kapoeria adjudicados al stick derecho, condenaron un título que se atrevió a poner a la gata en una mecánica de plataformas y Parkour primigenio claramente inspiradas en los Prince of Persia de Ubisoft.  Simplemente con coger las bases de aquel juego y plantearlas con lógica, dotándolas de jugabilidad y atreviéndose a ir más lejos de lo que el juego hacía –limitado por la no-violencia de la película y lastrado por un juego de cámaras lamentable-, Gatúbela podría tener al fin el título que merece, ya que el personaje, como Arkham City demostró, da muchísimo juego en cuanto a su forma de moverse y sus posibilidades Stealth a la hora de robar y desaparecer con rapidez.

Ampliar
Ampliar

Juez Dredd

Todo superhéroe tiene que tener por norma general un férreo código ético y de la justicia. De entre todos los que hay, pocos han aplicado la Ley con tantísima severidad extrema como el futurista e implacable Juez Dredd. De origen hispano-anglosajón –su dibujante es el español Carlos Ezquerra-, Dredd ha tenido alguna que otra incursión en los videojuegos, pero salvo un frenético shooter sobre raíles e incursiones 2D con la primera película –la visualmente lograda pero ahora tremendamente campy versión de Stallone del 95-, este juez, jurado y verdugo no logró lo que merecía en el mediocre Dredd Vs Death de 2003 . Claramente candidato a un buen Third Person Shooter, el sistema en tiempo real de juzgar y condenar a la cárcel o a la muerte a los enemigos, el uso de la Lawgiver y su municón mutable, su moto Lawmaster, el escenario de fondo de un futuro tecnológico pero al mismo tiempo arrasado y lleno de miseria, y toda la carga propia de un totalitarismo judicial en la que un solo hombre puede decidir si otro vive o muere, se revelan como perlas que darían mucho juego. Con Dredd no estaríamos ante un juego futurista aséptico, sino que nos moveríamos por una ciudad a varios niveles superpoblada y en la que la Ley y la Justicia las impartiríamos nosotros, decidiendo siempre si queremos mantener al arrestado vivo o muerto. Violento, justiciero e implacable, ¿quién no querría ver al Juez Dredd en un título a la altura de lo que representa ser el más ferreo adalid de la justicia en el futuro? Sobre todo con bases como el ultraviolento y muy logrado remake fílmico reciente, Dredd 3D, con un Karl Urban que cumplió sin quitarse jamás el casco.

Ampliar


Blade

Uno de esos héroes que a veces rozan la antiheroicidad por la oscuridad que le rodea y su propia naturaleza, el justiciero cazavampiros nació en el seno del comic de Terror como un secundario roba-escenas en el mítico The Tomb of Dracula de 1973, para luego pasar a tener su propia identidad en el universo Marvel. Convertido en todo un personaje popular con sus versiones fílmicas –la primera indudablemente la más visceral y lograda-, el cazador ha sido secundario y NPC en juegos del universo Marvel, pero en sus dos producciones más destacadas como protagonista ha sido injustamente maltratado. Con dos entregas licenciadas basadas en las dos primeras cintas, en el Blade II de PlayStation 2 le quitaron hasta la espada, que solamente era accesible cuando alcanzábamos el Rage Mode y no en el combate habitual. Injusto como decimos, hablamos de un personaje que aunque lleva en el dique seco desde Blade Trinity –la serie de TV mejor la obviamos- hace casi una década, sigue siendo un protagonista con un carisma enorme y con una actitud chulesca tan grande como el Nick Fury de Samuel L. Jackson. Manteniéndole los rasgos del Wesley Snipes que lo ha hecho inmortal, Blade es de esos personajes que uno gusta de manejar por la sensación de sentirse poderosos, masacrando chupasangres a golpe de espadas, de cuchillos, de estacas de metal, o directamente con las manos, todo ello envuelto en esa atmósfera gótica-industrial que su cometido de mata-vampiros acarrea consigo. Oscuridad, sangre y un sistema de combate estilo el Free Flow de un Batman: Arkham, pero en plan más bestia, siempre con una BSO de fondo llena de temas tan potentes como el que abría su primera incursión fílmica, imaginadlo qué tal sería un Blade virtual cuidado. Seguro que el bueno de Wesley, ahora que ha salido de la cárcel, se apuntaría sin duda a meterse en las sesiones MoCap.

Ampliar
Ampliar
Ampliar


The Shadow

No por el hecho de que sean antiguas hay que pasar por alto las obras más clásicas. Concebido en un concepto Transmedia auténtico en la década de 1930, The Shadow apareció en seriales radiofónicos, novelas Pulp baratas, películas y tiras de comics en blanco y negro, granjeándose una popularidad estilo Iron Man actualmente. Influencia directa para Bob Kane a la hora de crear a Batman –la Sombra no mata ni quiere que se usen armas, aunque él no tenga más remedio a veces- que el propio autor reconocía, y también para el V de Alan Moore, La Sombra tiene esa dualidad del héroe que esconde sus actividades nocturnas bajo una fachada radicalmente diferente, como es el elegante playboy millonario Lamont Cranston -¿os suena?-, pero a diferencia del murciélago, the Shadow posee un poder tan grande como es el de nublar la mente humana, lo que le permite ser invisible sin serlo en realidad, y crear alucinaciones y fantasías con sus poderes psíquicos. Con una sola participación en videojuegos en un Beat ‘em Up prototípico para Super Nintendo que no le hacía justicia basado en una adaptación fílmica que era fallida aunque no mala, el poder mental de la Sombra, su oscuridad primigenia y su época merecen algo más a lo que añadirle mecánicas como un gunplay en tercera persona –porta dos pistolas- mientras recorremos una Nueva York con ecos Art- Decó estilo Rapture en la que implementar exploración y manipulación de pistas, y tendríamos una de esas ofertas con un estilo y personalidad visuales únicos. Y ya puestos a pedir, que sea manteniendo la fabulosa BSO de Jerry Goldsmith. Quizás no sería un éxito en ventas dado el absoluto desconocimiento de este personaje Pulp y pionero como pocos, pero los héroes de culto están condenados a ello.

Ampliar


Robo Hunter / Sam Slade

Nacido en las mismas páginas que engendraron al Juez Dredd, la revista inglesa 2000AD, Robo Hunter comenzó su andadura a finales de los 70 y la terminó a mediados de los 80, siendo recuperado en los 90 y con un revival a inicios del siglo XXI. Básicamente un cazarrecompensas espacial de robots renegados, y siempre con su humor lacónico y cigarrillo perenne en los labios, Sam Slade es una figura que encajaría como un guante en una propuesta actual del estilo de un Rage o un Fallout: Entornos abiertos que explorar, futuristas pero a la vez catastrofistas y decrépitos como la Tierra, en los que la humanidad es un chiste de lo que una vez fue, aunque con otras localizaciones dignas de Space Operas como Mass Effect o el Coruscant de Star Wars, entornos en los que practicar habilidades como rastrear, investigar y luego combatir mientras un arco argumental mayor se va desarrollando. Al igual que con The Shadow, es un personaje arriesgado, pero al menos merecedor de una aventura 2D estilo el Dredd de Mega Drive, con su mecánica de detener o ajusticiar a los renegados.

Ampliar
Ampliar


Ghost Rider, El Motorista Fantasma

Al igual que Spawn o Dredd, este personaje Marvel tiene un historial de varios títulos en los que rastrear su presencia, ya sea NPC o como secundario jugable, pero apenas uno en el que se nos ha permitido encarnar su verdadera figura y darle rienda suelta a sus posibilidades como motero del Infierno. La trágica historia de Johnny Blaze  y a posteriori de Danny Ketch -¿quién no vendería su alma al Diablo a cambio de salvar a un ser querido?- está llena de material que se podría aprovechar para hacer un cruce del GTA IV: Lost & Damned y toda la imaginería demoníaca de los Devil May Cry. Y solamente una vez pudimos cabalgar con el cráneo en llamas a bordo de esa moto infundida del Espíritu de la Venganza, con el juego homónimo que llegó con la primera de las dos cintas que protagonizó el apasionado del comic Nicolas Cage. Un título correcto sin más, que tenía cameos de Blade y que su versión de GBA supuso una curiosa mezcla entre Road Rash con sus fases en 3D y un Castlevania clásico, era genial correr en moto y sentirnos como el Ghost Rider, aunque el Motorista Fantasma merece mucho más que una mediocre adaptación licenciada, siendo un personaje que de por sí solo visualmente ya es un espectáculo.

Ampliar
Ampliar
Ampliar
Ampliar

Solomon Kane
Siempre en la sombra de Conan, la otra creación del torturado Robert E. Howard, el puritano del siglo XVI-XVII conocido como Solomon Kane, llegó a la literatura en 1928. Pero no fue hasta los 70 que pegó el salto a los comics. Tan fascinante como el bárbaro cimmeriano con el que cimentó la Fantasía Oscura y dio comienzo al sub-género de Espada y Brujería, Kane es un torturado justiciero sin más meta aparente que la de derrotar el Mal en cualquier forma que adopte, ya sean asesinos, violadores o criaturas más demoníacas, yendo por escenarios de toda Europa –Inglaterra, Francia, Italia- hasta el exotismo de la África indómita. Con su aspecto claramente reconocible con su uniforme, sombrero, capa, estoque, daga y pistolas, Solomon nunca llegó a participar en un videojuego, por más que el protagonista del olvidado Chakan: The Forever Man de Mega Drive claramente nos remitía a una versión demoníaca de él. Resurgido de nuevo por los comics y una estupenda adaptación cinematográfica de pura Serie B con un protagonista que clava al personaje, el código, la moral y el escenario a medio camino entre 1700-1800 mezclado, nunca mejor dicho, con espadas, brujería y fantasía oscura –aunque un punto más realista y siempre dejando claro que estamos en Europa o Africa-, dan para una buena experiencia ni que sea un agradecido Hack ‘n Slash 2D.

Ampliar
Ampliar
Ampliar


Jonah Hex/Blueberry

Ha tenido que ser Rockstar rescatando una IP suya la que ha vuelto a dejar claro que el Viejo Oeste es un escenario genial para un videojuego que sepa aprovecharlo. Desde el mítico Sunset Riders hasta Red Dead Redemption pasando por GUN, el simpático Lucky Luke francés o Red Dead Revolver, cabalgar hacia la puesta de sol alcanzó su cenit con la aventura de John Marston y un épico final que Clint Eastwood y Sergio Leone o Sam Peckimpah habrían firmado sin duda. Buceando en los comics tenemos un par de personajes que bien servirían para una aventura Red Dead Style. Por un lado está el antihéroe Jonah Hex, arisco, cínico caza-recompensas que uno prefiere evitar la primera vez que lo conoce, sobre todo por su rostro deformado en parte, pero que posee a pesar de ello un código de honor personal pero regio en cuanto a proteger a aquellos indefensos. Con un pasado traumático de abusos, dado muerto por dos veces y una etapa en la Caballería del ejército de los Estados Unidos –excepto por la cicatriz, parece que estamos hablando de Booker DeWitt-, Hex ha viajado en los comics hasta el futuro apocalíptico, aprendido a conducir y devuelto a su época. Y en la fallidísima adaptación fílmica hasta podía hablar con los muertos –lo único interesante de aquel desastre en el que Megan Fox hacía de prostituta, actriz de la que volveremos a hablar más adelante-, por lo que cogiendo de aquí y de allá, mezclando el Oeste con algo de fantástico –pero sin pasarnos como en Cowboys & Aliens- y como Bioshock Infinite y otros han demostrado, siempre es interesante llevar a un antihéroe harto de la vida que solo quiere desaparecer, pero que mantiene un código de honor regio como el hierro forjado de su Colt.

La otra opción –aunque hay más- es por supuesto el teniente Blueberry, uno de los iconos de la Bande Dessinée o comic francés. Concebido por uno de los genios artísticos como es el visionario Jean Giraud, alias Moebius, Mike Blueberry es al comic galo lo que Los Vengadores es al americano, y sigue la estela claramente de aquellos míticos antihéroes encarnados por Clint Eastwood en las cintas de Sergio Leone o en la obra maestra crepuscular Sin Perdón. Sin poderes, sin viajes temporales ni ningún otro anacronismo, solamente el escenario del Far West americano, la justicia de la época, la figura del héroe solitario y el código del honor, Blueberry claramente es el favorito si la senda de Red Dead Redemption quisiera ser continuada, algo que por desgracia nadie sigue de momento, dejándonos con las ganas de volver a cabalgar hacia la puesta de sol hasta que Marston regrese, o alguien quiera darle una oportunidad al sub-género.

Green Arrow, Flecha Verde
Ahora que el personaje tiene su momento de fama mediática con la serie Arrow, y aprovechando que los arqueros están de moda tras el clamoroso éxito de Los Vengadores y Ojo de Halcón, no es mal momento para pensar en la vuelta del veterano Flecha Verde. Nacido en 1943, se trata de uno de los personajes DC con más solera de la editorial, pero que nunca ha protagonizado un videojuego, y apenas ha podido ser manejado en otros –bendita LEGO y su Batman 2 DC Superheroes-, por lo que ha pasado muy desapercibido en el sector –cameo en Arkham Origins incluido. Una pena, pues su increíble puntería y todo el repertorio de flechas que posee, desde explosivas a de gas, desde extintoras de fuego hasta cargadas con Kriptonita, es buen material para un esquema de juego de Infiltración y acecho, viniéndonos a la cabeza tanto el Corvo Atano del Dishonored de Bethesda como el más reciente Garrett de Thief, esquemas que le sentarían bien a un personaje que merece una oportunidad como es Green Arrow.

Ampliar

Hellblazer/John Constantine
Nacido a finales del 88 y publicado hasta ahora, Hellblazer es uno de esos comics intocables en el que lo mejorcito de la viñeta ha pululado por sus páginas, desde el gurú Alan Moore –co-creador como no podía ser menos- hasta Garth Ennis, Dave McKean,  Neil Gaiman o Grant Morrison. La figura de este mago detective de lo paranormal, del ocultismo, responsable de traer el género desde las épocas gótica y Pulp hasta la moderna –hablamos de un personaje que ha influenciado a otros como el Hellboy de Mignola-, ha sido injustamente tratada en otros medios como el cine, en el que protagonizó una cinta lograda a nivel visual y recomendable si la aislamos por completo del John Constantine de papel. La única vez que ha protagonizado un juego ha sido precisamente en el licenciado en 2005 para acompañar el film, un Third Person Shooter con la cara de Keanu Reeves correcto que hasta se permitía ir al Infierno que la película planteaba. Al igual que Spawn o Ghost Rider, el imaginario y el universo por el que John Constantine se mueve son ricos, y darían pie a buenos juegos en los que mezclar investigación, puzles, aventura, Survival Horror… No sería fácil plantear el juego ideal para hacerle justicia a Constantine, pero no es por falta de posibilidades, sino por buscar las más adecuadas.

Ampliar
Ampliar
Ampliar
Ampliar


Vixen

Eterna secundaria DC, quienes sepáis del tema os preguntaréis el motivo de la elección de la heroína de color Vixen en vez de otras como Pícara, Mística, Starfire, Wonder Woman, Power Girl, Jean Grey y decenas más que son más conocidas y populares. Nacida en los 80, y una fija en series animadas, colecciones y arcos argumentales desde la Justice League, lo cierto es que Vixen es una de las heroínas con mayor rango de poderes y habilidades que se ha visto, lo que la convertiría en buena protagonista. Su poder la hace capaz de canalizar y saber reproducir las habilidades de prácticamente cualquier animal vivo o extinto. Puede volar como un halcón, respirar bajo el agua como un pez, correr tan rápido como un guepardo, guiarse por sonar como un murciélago, trepar como una araña, ser resistente como un rinoceronte, generar y escupir veneno como una cobra, ver en la oscuridad como los gatos. Y hasta copiarle habilidades a un tigre dientes de sable, a un bosque entero o inclusive un dragón. Con semejante ratio de habilidades, es fácil imaginarla de protagonista en un título 2D en el que usarlas para avanzar y pelear según lo requiera el escenario o los enemigos, aportando profundidad a la jugabilidad.

Watchmen
Que Alan Moore es un artista de la palabra escrita en todas sus vertientes y reverenciado como el que más es harto conocido. Autor que ha influenciado como pocos y con una personalidad única, los superhéroes como tal se hicieron adultos en sus manos en uno de los máximos exponentes de que el mundo de la viñeta puede generar obras maestras que hagan pensar, reflexionar y convertirse en obras de arte. Watchmen es una de las mayores cumbres del comic. Y hay que reconocer que Zack Snyder le echó un par al intentar adaptar su inabarcable complejidad. Claramente una obra que huye del éxito mainstream al que un Superman o un Spider-Man sí optan, Watchmen no es la típica propiedad de la que generar muchos muñequitos para los niños, ya que hablamos de temas adultos constantes, violencia, sexo y reflexiones con temas como lo que significa proteger a la humanidad y luego tener que retirarte –bien homenajeado en clave infantil para niños en Los Increibles de Pixar. Para acompañar el film de 2009, Warner lanzó de manera digital –luego compilado en físico- un juego en dos partes en el que al fin los sucesores de los Minutemen se hacían carne virtual. Pero el resultado fue una profunda decepción, viendo a unos personajes tan complejos y con tantas posibilidades –Nite Owl y sus gadgets estilo Batman, la malicia de El Comediante, Doctor Manhattan y su capacidad de manipular la materia a nivel subatómico, Rorschach y su credo- , se convirtió en un mero machacabotones que trivializaba por completo lo que el film buscaba representar siendo tan fiel al material original, y que podemos usar de ejemplo de forma descarada de buscar sacar unos cuantos euros al que sea fan o al que le haya gustado la cinta. Probablemente intentar hacer un juego de Watchmen que mantenga todo lo que la convirtió en un icono sea poco menos que imposible, aunque de conseguirlo sería una experiencia inmersiva como pocas -¿quizás al estilo The Walking Dead, retándonos a decisiones morales y complejas?-, por lo que para lanzar lo que lanzaron, y de un género que está sobrado de mediocridades además, mejor nos hubiéramos quedado con las ganas de manejar a Rorschach.

Ampliar
Ampliar
Ampliar
Ampliar
Ampliar

Hellboy

Uno de los héroes más jóvenes –apenas tiene 21 años-, pero de los que más rápidamente han calado en el sector del comic junto a otros como Spawn, la creación más recordada del particular Mike Mignola posee a priori como Blade todas las características que lo hacen ideal para el universo del videojuego. Tenemos desde un protagonista que es un medio-demonio con cuernos y una gigantesca mano de piedra a compañeros como Abe Sapiens o Liz Sherman, maestra en el fuego; tenemos conspiraciones secretas ocultistas, complots Nazis como los que derrotaba Indiana Jones, relicarios, enemigos sobrenaturales. Y todo, todo recubierto de esa atmósfera Lovecraftiana mezclada con temática pulp, folklore de varias culturas, terror e investigación paranormal –hola John Constantine- que lo convirtió en objeto de culto desde su debut. Apenas con unos pocos videojuegos en el mercado, el pobre Hellboy no ha tenido suerte, ya que hasta el momento no hay nada digno de destacar de su paso por las consolas. De lejos uno de los héroes del papel que más se beneficiaría si una Rocksteady le brindara un Arkham Asylum que respetara, mimara y potenciara tanto los elementos de una obra que bien adaptada arrasaría sin duda.

Ampliar


Rocketeer

Otro héroe de los 80 creado para homenajear a esas producciones pulp y clásicas de los 30-40 que supusieron el origen del sector, Rocketeer ejemplifica el mismo sentido de la justicia que el Capitán América protagonizaba en El Primer Vengador: Barras, estrellas y acabar con el mal que aplasta la libertad de pensamiento y el modo de vida. Esta vez no encontramos a un superhombre con poderes bajo ese casco art-decó, sino a un piloto de los años 30 que un día encuentra un paquete que resulta ser un prototipo de cohete mono-tripulado, un gadget que convierte a un hombre en un ser volador sin tener que usar un avión. Con una imagen muy reconocible que rápidamente retrotrae a las épocas que el comic quiere homenajear, esos seriales matinales de los 50 que inspiró a un niño llamado George Lucas a crear un aventurero llamado Indiana Jones, lo cierto es que Rocketeer tiene dos juegos como protagonista, pero en la pasada generación Capcom literalmente le robó todas las ideas y aspectos para su Dark Void, al que le faltó llamarle Rocketeer en el Espacio, porque el resto era exactamente igual. Todos sabemos el fracaso de Dark Void, pero lo que está claro es que el héroe tiene el potencial necesario para brillar en un título que mezcle combate y aventura en tierra y aire, igual que Iron Man, por lo que ojalá alguien le de la oportunidad que merece.

Ampliar
Ampliar


Lobo

Primero villano, luego antihéroe. Extraterrestre, mercenario interestelar, cazarrecompensas. Y motero. Lobo es una de esas creaciones iconoclastas que se quedan en un limbo comiquero para luego ser rescatadas y darles la entidad que merecen, como cuando Alan Grant lo cogió a inicios de los 90. Héroe DC y curiosamente el personaje favorito del dios Marvel Stan Lee, Lobo es un violento, asesino, arrogante, egoísta y completamente pagado de sí mismo, con un código de conducta de hierro y una palabra que siempre la cumple. Defensor de los delfines espaciales, este personaje de culto ha aparecido en Injustice: Gods among Us, aunque la única vez que iba a contar con su propio juego, un arcade de lucha para Super Nintendo y Mega Drive, este fue cancelado –por ahí rula una ROM para quien desee probarlo. Con el placer que da el llevar a un antihéroe que además se siente un cabronazo divertido de encarnarlo –no todo ha de ser personajes con sentido de la justicia, el honor, bla bla bla-, su habilidad en el combate, resistencia como Superman, regeneración como Lobezno, el juego que da su ámbito espacial de mundos y galaxias y su inteligencia superior, nos llevan a pensar en adecuarlo a una estructura de juego como el reivindicable Enslaved, solo que abierta con mecánicas de viaje interplanetario. Sería una gozada y una justicia para el personaje. Cuestión de plantear un presupuesto, aunque casos como el fracaso del verborreico Deadpool no ayudarían a poner en pie el proyecto.

Ampliar
Ampliar
Ampliar


Michel Vaillant

Cierto es, y no tenemos perdón, que no hemos tocado casi el comic europeo, que al igual que el japonés merece un reportaje propio para todos sus héroes –Asterix, Lucky Luke, Largo Winch, Adele Blanc-Sec-, pero vamos a rescatar a otro de los iconos de la cultura popular francesa como es Michel Vaillant. El comic deportivo es un género en sí mismo. Y en el mundo del motor no hay referente más fuerte que Michel Vaillant, el piloto francés que nació en los 50 de la mano de Jean Graton. Alejado de la fantasía, la bande dessinée de Vaillant presume de un realismo extremo en la concepción de todos sus elementos, desde los coches a los eventos deportivos, desde cada una de las carreras hasta los circuitos, el trazo de personajes y escenarios, las historias de fondo, escuderías y evolución de las competiciones. Curiosamente este personaje, adaptado en un blockbuster galo pagado por como no podía ser de otra manera Luc Besson –le tiene gusto a los coches tras sus Taxis-, nunca ha sido adaptado al formato lúdico, aunque sí se han creado hasta modelos reales de los coches del comic y hasta Enzo Ferrari le felicitaba el cumpleaños en los 60. Su naturaleza lo inscribe obviamente en el género del motor, aunque la variedad de las competiciones y vehículos que afronta nos hace pensar en un estilo más Gran Turismo, más con el realismo por bandera, que en un arcade de velocidad más simple.

Ampliar


Sandman

Seguro que más de uno echaba de menos a la editoria Vertigo por aquí tras Hellblazer. Nacido en la edad de oro del comic, pero dejado aparte hasta que otro de los dioses, Neil Gaiman, lo rescató y le regaló la inmensa Sandman Mystery Theatre – que tuvo una vida limitada de 6 años, 70 números – Sandman era un personaje activo en los años 30, que a partir de los 40 dejó de sonar, y cuyo aspecto lo hacen otro de esos antihéroes justicieros únicos y fascinantes. En Mystery Theatre, Gaiman renovó un poco su aspecto, dándole un nuevo abrigo aunque manteniéndole la máscara de gas, que lo protege del arma de gas que porta. Llamado Wesley Dodds, al igual que Batman es una persona sin poderes, aunque sí tiene sueños premonitorios, encuentros con una entidad llamada Dream. Aparte es un detective amateur, inventor y químico, fuerte y que conduce un Plymoutyh Coupe del 38 lleno de trucos al estilo de un coche de James Bond –aunque eso era al inicio. Para un personaje así se puede optar por mantener el estilo Pulp del juego y meterlo en una mecánica de acción e investigación o, al igual que dijimos con Watchmen, pasar a un terreno más Telltale/The Walking Dead, que sin duda le sentaría bien a la serie Mystery Theatre.

Ampliar
Ampliar

Fathom
El más joven de los comics aquí representados, Fathom nació en 1998, y pronto ganó auge por su originalidad y bella protagonista. La premisa de Aspen, una joven escultural –Fathom es un comic que no ahorra la carga sexual en su protagonista, sobre todo en unas portadas medio desnuda-medio vestida en las que marca cuerpo siempre estilizado y pechos bien grandes- perteneciente a una raza de humanoides acuáticos llamados los Blue, sería genial para un juego por aquello de los poderes del personaje. Y es que Aspen es capaz de controlar el agua. Estas habilidades hidrokinéticas, en una época como la actual en la que algunos estudios buscan la originalidad jugable, podría dar pie a mecánicas jugables como las que vimos en el olvidado Hidrophobia, ambientado en un crucero tomado por terroristas en el que usábamos el agua aunque de forma indirecta, a través de interruptores, puertas y demás, por lo que el manejar el líquido elemento y darle formas y usos hacen pensar en una jugabilidad divertida y con un punto de ingenio si se usa bien. Esperemos que si alguna vez hacen el film –James Cameron intentó ponerlo en pie tras Titanic y antes de irse a Pandora- podamos tener un título de Aspen que se desmarque de la adaptación usual. Y es que a quién no le gustaría manejar el agua y nadar con una Megan Fox virtual, actriz que quedaría ideal para el personaje y que lleva obsesionada con interpretarlo desde 2009.

Ampliar


Daredevil

Ciego, abogado, y oriundo de la Cocina del Infierno en la época en que su reputación como lugar para vivir era cuestionable –ahora las rentas son de las más altas de todo Manhattan-, Matt Murdock es un caso curioso de héroe sin poderes pero con las habilidades normales de todo ser humano desarrolladas a niveles extremos. Capaz de una sensibilidad tan alta que le guía como un radar, un oído afilado y un olfato extremo aparte de la agilidad y su entrenamiento en artes marciales, Daredevil puede recorrer Nueva York al estilo de Spider-Man gracias a su garfio. Lo cierto es que este héroe, en pleno reboot tras la ‘cosa’ esa que el director que defenestró la primera Ghost Rider dirigió con Ben Affleck encuerado de rojo y con cuernos, ha intervenido en varios juegos, y hasta en Spider-Man: Web of Fire era manejable.  Pero solamente una vez ha sido protagonista, con el oportuno juego lanzado tras la película, y solo en la Game Boy Advance. Por la red se puede ver un Daredevil para sistemas de sobremesa que se canceló, y que nos iba a mostrar a Murdock en una aventura de acción en Daredevil: The Man Without Fear, para PS2 y Xbox. De los Marvel con una ingente cantidad de fans detrás, Daredevil encajaría muy bien en un sandbox estilo Spider-Man, uno en el que sus autores nos sirviesen un radar y sentidos afilados que el personaje posee de una manera fiel, y que no fuera otro juego de Vigilantis más de mapeado abierto y poca gracia, que de esos ya vamos servidos.

Ampliar


Witchblade

Hemos hablado de Fathom, pero tampoco nos podemos dejar atrás otras de las series estrella de Top Cow como es Witchblade, comic americano de 1995 que ha sido adaptado a otros formatos como el manga, el anime y hasta una serie de acción real. Las aventuras de la detective de homicidios de Nueva York Sara Pezzini comienzan cuando encuentra un artefacto de nombre Witchblade, guantelete que una vez puesto la enlaza con una entidad que le brinda poderes variados. Con historias que mentan a personajes como el Jackie Estacado de The Darkness y hasta Lara Croft o la Aspen de Fathom –las tres han cruzado historias más de una vez-, es precisamente las capacidades del guantelete las que lo hacen atractivo al personaje, ya que si establece una relación simbiótica con el anfitrión que lo porte curará sus heridas, levantará una armadura alrededor de su cuerpo que aumentará o disminuirá según la amenaza, y será capaz de crear armas como cadenas, espadas, escudos, ondas de energía y dardos. Hasta unas alas es capaz de convocar el Witchblade. Carne para un personaje virtual variado y muy capaz sin duda, tanto que de hecho fue anunciado un juego durante la ComicCon de San Diego en 2010. Pero de momento ahí se quedó la cosa. Y lo cierto es que pocas féminas como Sara Pezzini merecen más demostrar de lo que son capaces con un buen título para lucir sus posibilidades.

Ampliar
Ampliar


El Cuervo

Se publicó en 1989. Y apenas 5 años después se convirtió para siempre en una absoluta pieza de culto a raíz de todo lo que conllevó su adaptación cinematográfica. La obra terapéutica de James O’Barr, creada para lidiar con la muerte accidental de su novia, cimentó al inicio una fama underground considerable en un comic que nos presentaba a un hombre normal que perdía a su novia a manos de una banda que la violaba y los dejaba por muertos. Eric volvía al mundo de los vivos mediante un cuervo que le concedía una oportunidad para vengarse, aprovechándola para asesinar metódicamente a cada uno de los asaltantes de forma más que merecida. Personaje triste como pocos, dios de góticos, la fama la alcanzó en la brillante adaptación fílmica que se popularizó por sus virtudes, como un trabajo visual brillante de Alex Proyas y una banda sonora perfecta en la que destacaba un temazo del compositor triste y hermoso en el momento más delicado del film, su poético final. Con una secuela con elementos destacables, pero alejada de la brillantez del original, y sucesivos films y hasta una serie a olvidar, The Crow solamente ha aparecido una vez en videojuego, en una adaptación licenciada para PlayStation de la secuela El Cuervo: Ciudad de Ángeles. Horrible, horripilante e indigno e injusto para el personaje, la obra de O’Barr se merece algo mejor y no un mero beat ‘em up –sin menospreciar al género, ojo. Dada la temática, la sordidez, macabrería, enormes dosis de venganza y a la vez tristeza y drama, quizás lo mejor sería un juego de infiltración en el que seguir a cada asesino y luego vengarnos al más puro estilo The Punisher, por lo que pensar en un Manhunt con un trasfondo más de personaje gótico no sería demasiado descabellado, aunque también se agradecía uno de acción tal vez más directa.

Ampliar
Ampliar
Ampliar

Superman
¿Qué? ¿Pensábais acaso que nos íbamos a olvidar de él, del personaje que más se merece un juego a su altura y jamás lo ha tenido? Pues no, porque hemos escogido precisamente cerrar este reportaje con él, con no el primero, pero sí el pionero, el número 1 de su especie, el ideal, el arquetipo y que condensa en su esencia lo que significa ser un Superhéroe, tener superpoderes y ayudar a la humanidad. Hablamos, por supuesto, del que debemos de hablar: De Superman, el icono más reconocible de la historia del comic -su mítica S en el pecho- junto al murciélago de Batman, icono absoluto de la cultura americana desde que nació en el Action Comics #1 de junio de 1938 –un solo ejemplar vale un millón de dólares, y Nicolas Cage tiene uno en su caja fuerte-, Superman es simplemente el más representativo de todos los Superhéroes, y culpable de que muchos de nosotros nos arrancásemos botones de la camisa de chicos al imitarlo cuando se cambiaba de traje en una imagen para el recuerdo. Presente en los videojuegos desde nada menos que 1979, un año después de su primer film, en un cartucho para la Atari 2600, lo cierto es que la mala suerte se ha cebado contra el pobre Clark Kent desde el principio.

Ampliar
Ampliar

La verdad es que no todo lo que ha salido con él de protagonista debe ser tildado como malo, y lo cierto es que los que hemos jugado en la época 8-16BIT con algunos de los títulos 2D clásicos nos hemos divertido –siendo niño no le pides tanto a un juego-, aunque sus apariciones formando parte de un elenco mayor sí que se han saldado con mejores críticas –Volar con el personaje en LEGO DC Super Heroes escuchando la BSO de John Williams es un puritito orgasmo para muchos-, pero la llamada Maldición Superman le ha granjeado esa fama.  Sobre todo con ese título en el que todos estáis pensando, y que siempre siempre forma parte de listas sobre “Los peores juegos de superheroes” o “Los peores juegos”, punto. De Superman 64 se ha hablado desde su estreno. Hay reportajes, columnas, análisis y videos –recomendamos el del Angry Videogame Nerd, sin desperdicio. Solamente decir que es difícil rastrear y buscar otro juego que suponga tamaña afrenta a un personaje, a lo que representa, a su universo y a nosotros, los propios jugadores, sobre todo los que pagaron por semejante… Venga, vamos a decirlo: Por semejante MIERDA ABSOLUTA que selló la fama virtual del personaje de manera considerable, algo que intentos como Superman Returns, sin ser para nada tan malo como el anterior, no lograron remontar. Superman, el último hijo de Kripton, Kal-El es el abanderado de un género. Puede volar, usar visión de rayos X, calorífica, tiene superfuerza y es indestructible excepto a una sola cosa. Digannos señores programadores y jefes de editoras, ¿es acaso tan difícil tomarse la molestia de crear el juego de Superman que el héroe necesita? ¡Estamos en la Next Gen, por favor! Spider-Man 2 ha cimentado el terreno sandbox hace una década, Arkham Asylum la fidelidad al personaje y su mundo hace 5 años. Pero de momento la mejor experiencia de Superman es volar con él en LEGO Batman 2 con Williams de fondo. Esperemos que algún día, algún estudio avalado por alguna editora haga el título con el que muchos llevamos toda una vida de juego soñando.

Con el mayor superhéroe de todos nos despedimos en este somero repaso que hemos dado por héroes que piden juegos y otros que no desentonarían en el sector y le darían prestigio. Han sido unos pocos los vistos y unos muchísimos los y las que se han quedado colgados –Doctor Extraño, no te olvidamos- y colgadas, ya que solamente con DC y Marvel bastaría para varios reportajes. Como hemos  señalado al inicio, aquí hemos visto títulos que merecen mejor suerte, otros a los que no se la han dado aún. Apenas hemos tocado el comic europeo, y el manga ha quedado fuera, como decimos, por tener ambos suficiente entidad como para tener sus propios reportajes, los cuales sería un placer firmar. Ahora os pasamos la pelota de manera simbólica a vosotros junto a la pregunta de cuáles son para vosotros los personajes de comic que merecen un buen juego que haga honor a su nombre. Nos vemos en los comentarios.

Ampliar