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Juegos que merecen una segunda oportunidad

Escogemos buenos títulos que no tuvieron el respaldo de prensa y/o comunidad y que ofrecen grandes dosis de diversión. Nombres que dan fondo de armario a un catálogo y cuentan con características interesantes.

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La industria no se detiene en ningún momento, y los títulos salen casi a granel a lo largo de las semanas y los meses. Nombres esperados en forma de exclusivos, de títulos de las grandes compañías y Triple A con presupuestos enormes detrás de ellos no faltan. Pero ni el PC ni las consolas viven solo de los juegos excelentes o de aquellos que cuentan con una valoración alta en análisis y reviews. Después de tres años desde la salida de PS4 y One, cuatro desde que apareció Wii U, no son pocos los nombres que pueden haber pasado desapercibidos por el público, pueden no haber cosechado notas de matrícula de honor, pero son interesantes, divertidos y ofrecen horas de entretenimiento por delante.

De este tipo de juegos trata precisamente este artículo. Juegos que merecen una segunda oportunidad. Juegos que no tienen malas notas, que tampoco optarán al GOTY de turno pero que pueden ampliar catálogo y aportar algunas ideas frescas más allá de los nombres que todo el mundo tiene claro que comprará cuando salgan. Juegos de siete, de ocho a secas, para entendernos, pero que no tienen por qué pasar desapercibidos. Al contrario, tienen mucho que ofrecer a pesar de sus fallos o sus limitaciones. Ahí va una selección de esta generación de consolas de juegos que merecen, si no se la habéis dado, una segunda oportunidad. No os defraudarán.

Dead Rising 3

Para muchos, entre los que se incluye el que firma este artículo, Dead Rising 3 no está a la altura de la primera parte. Y tiene algunos errores importantes a nivel técnico que lo alejan de la solidez de otras entregas. Pero Dead Rising 3 con Nick como principal protagonista es un juego, simplemente, divertido. Un título que coge la fórmula del juego original de 360 y la traslada a una escala muchísimo mayor. Eso se ve en el número de zombis, en la extensión de terreno, en la cantidad de psicópatas y en la cantidad de extras y tareas por hacer. No es tan difícil ni exigente, pierde frescura en varias mecánicas no tan bien ejecutadas, pero es un título que entretiene y que ofrece una fórmula que se adapta a varios jugadores: los que solo quieren terminar la campaña, los amantes de lo completista o los que quieren jugar en cooperativo. Además, con la inminente llegada de Dead Rising 4, qué menos que darle una segunda oportunidad a Dead Rising 3 para ir calentando motores. Y motosierras.

The Wonderful 101

Cuando Kamiya está detrás de un proyecto siempre vale la pena echarle un ojo. Y no podemos decir que este título, exclusivo para Wii U de un desarrollador nipón de primer nivel como él, no tuviera pocos focos de atención. Pero es cierto que es un juego que no se ha considerado un primera espada del catálogo de la consola sobremesa de Nintendo y es un juego que, quienes no lo hayan probado, tienen una buena oportunidad ahora que la consola sobremesa en la que se ha publicado está sin grandes lanzamientos para las próximas semanas. Acción frenética, transformaciones, gestión de un grupo de héroes y un sistema de control duro, poco ágil al principio pero que acaba teniendo sentido cuando estamos adaptados a nuestros simpáticos personajes. No es el mejor juego de acción que ha hecho Kamiya, pero sí uno a los que le ha impregnado elementos originales que nadie debería dejar pasar. Al menos, probar.

Mad Max 

Hace casi un año que salió a la venta Mad Max, un título que quería recrear con fidelidad la nueva película de acción que también se estrenaba (y triunfó a todos los niveles) en los cines. La fórmula, un sandbox con un páramo espectacular que nos evocaba precisamente a todo lo que podíamos soñar de un Mad Max hecho videojuego. Es cierto que tiene misiones poco inspiradas, que pasada la mitad del juego se empiezan a repetir mecánicas, pero también que tiene un sistema de combate brutal y visceral, una conducción con Magnum Opus transformándose en una auténtica bestia y diversión en grandes cantidades. No es un juego perfecto y no competirá con los grandes sandboxes que nos han ido presentando las compañías en los últimos años, pero a poco que a uno le guste el universo Mad Max, este juego le puede brindar buenas y provechosas horas a través del mando.

Transformers: Devastation

Platinum Games es una de las compañías de las que más se espera siempre que lanzan un proyecto nuevo. Pero es cierto que parecen tener distintas velocidades de desarrollo según la envergadura (tiempo, presupuesto) del producto en cuestión, y albergan juegos que van desde Bayonetta 2 hasta las terribles TMNT de hace poco más de un mes. Pero entre medio cuentan con un elenco de juegos que hacen las delícias de los amantes del hack and slash y la acción en tercera persona. Transformers Devastation puede parecer a simple vista un proyecto menor, pero esconde dentro de sí un gran sistema de combate rápido, versátil y variado según cada robot, y un acabado visual que recuerda a la serie de los años ochenta. Puede ofrecer ocho horas de acción frenética sin descanso con enormes jefes finales, más si sois de rejugar y mejorar puntuaciones, y deja un gran sabor de boca sin ser el nuevo referente de la acción ni uno de sus tres mejores títulos.

Wolfenstein: The Old Blood 

Wolfenstein es otra de las sagas míticas de entre los FPS de PC que han vuelto en los últimos tiempos. Y la verdad es que con New Order tuvimos un juego interesante, con elementos del shooter clásico pero también con características contemporáneas. La llegada de The Old Blood quería ampliar esa experiencia a cambio de 19,90 euros y algo más de cinco horas. Gunplay clásico, ciertos momentazos y una gran cantidad de armas son sus principales virtudes. La IA tiene alguna reacción mejorable y el sigilo no funciona como es debido, pero es una entrega que gustará a quienes esperan una acción en primera persona alejada de los cánones que se llevan hoy en día. Entretenido, intenso (salvo por su tramo inicial) y con suficiente variedad de situaciones, a pesar de sus fallos.

Alien: Isolation

Alien Isolation es de esos juegos que ha polarizado a todos los niveles. En la prensa hemos visto notas de todos los colores, desde nueves hasta cincos pasando por un gran elenco de notables más o menos vistosos. Entre los usuarios, una gran cantidad de ellos lo han destacado como una de las experiencias más gratificantes sobre todo para amantes del universo Alien, mientras que otros lo han criticado por ciertas decisiones de diseño. En todo caso, Alien: Isolation consideramos que es un buen juego con una atmósfera genial, fanservice por doquier, sobresaltos y agobios con varios puzles interesantes. Un juego con luces y sombras (esa IA, segmentos repetitivos…) pero que merece una segunda oportunidad porque sigue manteniendo entre sus atractivos muchos elementos que vale la pena probar en primera persona.

Lord of the Fallen 

Lords of the Fallen es de esos nombres que uno miraba con recelo cuando se anunció por el tremendo parecido con la saga Souls de From Software, pero que a pesar de ser uno de sus principales problemas -la sensación de que no aporta mucho que no hayamos visto antes está muy presente- acabó saliendo un producto sólido y de lo más interesante para los amantes de la acción y el rol. Sí, es un juego que no consigue marcar excesiva personalidad en muchos frentes, pero que a cambio tiene un gran sistema de combate, una enorme cantidad de objetos y recompensas y misiones secundarias que amplían la vida útil del juego. No tan desesperante como los primeros Souls y con problemas de cámara, es una buena alternativa para todos los que tengáis destripada la saga de From Software y tengáis ya aburrido el último Dark Souls 3.

Dying Light

Techland nos presentó a principios de 2015 un juego que era de los más esperados y que tal vez no cumplió con las expectativas de aquellos que querían un título excelente, pero es una de esas apuestas seguras. A pesar de sus errores con una campaña repleta de misiones y tareas poco inspiradas, y elementos mejorables en forma de checkpoints mal ajustados, IA enemiga algo estúpida o la presencia excesiva de armas de fuego en el tramo final, algo de lo que no abusa y con acierto durante la primera parte, Dying Light sabe mezclar la tensión de los zombis con zonas de plataformas en primera persona, un sistema de gestión de recursos que aprieta pero no ahoga y un cooperativo que le da un toque todavía más divertido a la experiencia. Con sus altibajos, Dying Light merece la atención del gran público si en su momento no le dieron la oportunidad. Tiene mimbres para convencer.

Y para vosotros, ¿qué juegos han pasado desapercibidos (por prensa, público o ambos) y creéis que mercen una segunda oportunidad? Os leemos en los comentarios.