E3 2011: Editorial y Cierre

Se acabó, el E3 cerró sus puertas hasta el año que viene hace ya unos días, ya hemos tenido tiempo de asimilar buena parte de la oleada de nuevo contenido, y todavía nos queda bastante material que comentar, juegos que se quedaron en el tintero esos días por simple falta de espacio y que iremos repasando durante las próximas semanas. Pero el núcleo del contenido está visto, nuestros enviados especiales ya están en casa y la edición 2011 de la feria ya es historia. Ahora es momento del análisis y, aunque estaría genial poder decir que ha sido un evento histórico con momentos inolvidables, la realidad es que la feria de este año ha pasado sin pena ni gloria. Mucha secuela, mucha consolidación pero pocos anuncios impactantes y todavía menos momentos para el recuerdo; fundamentalmente, ha sido una feria para ver más de lo que ya se conocía, lo que tiene su encanto y su utilidad, pero quita glamour a la cosa.

Buena parte de las esperanzas para un E3 épico recaían en Nintendo, puesto que eran los que tenían que anunciar una nueva consola. Tradicionalmente, esos momentos suelen ser los que más expectación levantan en esta industria, y desde luego había mucha  expectación en las semanas previas al lanzamiento, pero el resultado no fue exactamente el esperado. Incluso desde la más optimista de las lecturas, es difícil defender que Nintendo hiciera el mejor de los trabajos en cuanto a comunicación. El problema es, que cuando presentas una consola, lo natural es ver juegos, o proyectos exclusivos con los que empezar a vender el atractivo de la máquina. La compañía de Kioto no es Apple, su negocio depende de crear contenido software suficientemente atractivo como para vender máquinas -justo lo contrario que la compañía de Jobs-. Si no presentan juegos propios, la presentación pierde mucha fuerza y comienzan las dudas, especialmente cuando el concepto de Wii U no es el más claro del mundo. Si Nintendo hubiera presentado un solo juego funcionando en Wii U, Pikmin 3 por ejemplo, la cosa hubiera sido muy distinta. Nada de esto es obstáculo al futuro y potencial de la nueva máquina de Nintendo, sólo que la presentación podría haber sido mucho mejor y más contundente.

La otra gran noticia que deja la feria es Vita, o más concretamente su precio, que contra todo pronóstico resulta ser el mismo que el de 3DS: 250 Euros en su versión sin 3G. Sony realiza toda una declaración de intenciones de que planea competir con Nintendo, con Apple o con quien haga falta para establecer su dominio en el mundo del entretenimiento digital portátil. La anterior PSP fue colocada inicialmente dentro de una estrategia aspiracional, un hardware caro basado en la idea de que era una máquina multimedia que sería la envidia de cualquier ejecutivo adinerado. Ahora Sony vuelve a la estrategia que siempre le caracterizó con Playstation: tecnología puntera a precio competitivo; la misma que en su día le valió a una compañía primeriza en el sector imponerse a Sega y a la propia Nintendo en su primera incursión en el mundo de las consolas. A Sony no le importa incurrir en gastos durante los primeros años de vida de la plataforma si con ello obtiene una base de usuarios lo bastante grande como para beneficiarse de la venta de periféricos y licencias a terceras compañías, y eso es bueno para el bolsillo de los consumidores. Vita comienza con buen pie.

La que tenía poco que decir es Microsoft, que por segundo año consecutivo ha desplazado al jugador tradicional y se ha ido a buscar las cámaras de NBC, CNN y televisiones de todo el mundo, embarcada en su misión para demostrar que Kinect es la solución definitiva para el entretenimiento hogareño, de la mano de Star Wars, Elmo de Barrio Sesamo y Mickey Mouse. Abundaron los niños y sus 'papas', pero también los poco convincentes intentos de demostrar que el periférico también es imprescindible para los jugadores dedicados -moverse por un menú en plan 'Minority Report' queda muy bien, pero no parece que sea el colmo de la utilidad ni que ofrezca la inmediatez y simplicidad de un simple d-pad, lo mismo se puede decir del reconocimiento de voz para Mass Effect 3, queda bien, pero en la realidad es poco práctico-. Sorprendió el poco bombo con el que se anunció no uno, sino dos Halos, el remake de CE y un futuro Halo 4 del que sólo se ofreció un teaser. Eso, Forza 4 y Gears of War 3, componen la totalidad de a oferta exclusiva de la compañía de Redmon para 360 'sin Kinect' en los próximos meses

Por lo demás, la feria no ha dejado grandes novedades y sí mucho nuevo material de juegos que ya conocíamos, lo que no está nada mal, además de ver algunos juegos propios. Nintendo recuperó a Luigi's Mansion para la causa, con una secuela en 3DS, además de anunciar un nuevo Mario, un nuevo Mario Kart y ofrecer más información de algunos proyectos en desarrollo: Zelda: Skyward Sword -que ha ganado muchos enteros y cada vez tiene mejor aspecto-, Kid Icarus o Star Fox. Sony, por su parte, utilizó su juego estrella de este año, Uncharted 3, como punta de lanza, acompañándolo de títulos como Resistance 3, un nuevo Sly, Starhawk, el magnífico Journey -incomprensiblemente fuera de la conferencia- , Dust 514 y Twisted Metal -también fuera de conferencia-. La gran decepción fue, un año más, la no presencia de The Last Guardian, que se unió a otras decepciones como la de que la única presencia de Kojima fuera un vídeo de él anunciando versiones HD de los juegos de KojiPro. También sorprendió, para mal, la poca presencia por parte de los estudios japoneses -e incluso los que estaban se centraron en juegos realizados en Occidente, como Square Enix con sus prometedores proyectos de Eidos, dejando a Final Fantasy XIII-2 como su único representante japonés-.

Lo mejor de la feria fue sin duda ver más de algunos de los proyectos de más entidad que están en desarrollo ahora mismo. Skyrim, Bioshock Infinite, Battlefield 3, Modern Warfare 3, The Old Republic, Mass Effect 3, Arkham City, Rage, Deus Ex 3, Sonic Generations, Kingdom of Amalur, Tomb Raider, Hitman... algunos de los vídeos, demos y presentaciones fueron simplemente fantásticos y resulta destacable lo mucho que han evolucionado las máquinas HD de un tiempo a esta parte. La absoluta espectacularidad visual de la escena de los tanques de Battlefield 3, los soberbios trailers cinemáticos de The Old Republic, Tomb Raider o Hitman, la brutal demo de Skyrim o las promesas que susurran juegos como Bioshock: Infinite o Arkham City a través de sus respectivas exposiciones... Ninguno de estos nombres fue presentado exactamente durante el E3 -sólo Hitman fue guardado para la ocasión-, pero su presencia es la que ha dado verdadero brillo a la feria.

Para concluir, el amable lector permitirá al que escribe estas líneas destacar, a título personal, el gran trabajo realizado por el equipo de Meristation durante estos días. Con una revista en pleno crecimiento, había ambición de hacer cosas nuevas y mejores para esta feria, cosas que nunca antes se habían logrado por falta de infraestructura, como comentar las conferencias según iban pasando, un reto complejo por multitud de razones. La iniciativa no comenzó con el mejor pie, cosas del directo, pero se pudo hacer al final con un gran resultado, algo que se complementó con una potenciación de nuestra sección de vídeos, más activa que nunca en una feria. Junto al ya tradicional e intenso trabajo del equipo de noticias y redactores, esta casa se enorgullece de haber realizado la cobertura del evento más completa de su larga historia en esta feria. Al enorme trabajo de nuestros enviados especiales: Nacho Ortiz, Javier Andrés y Fernando Polo, se ha unido el apoyo incansable del equipo de noticia encabezado por Enrique García y la colaboración constante y permanente de miembros de la revista como Ramón Méndez en tareas de apoyo y traducción, o Xevi García dirigiendo MeriTV. Ellos, junto a todo el equipo de redactores y miembros del MeriPodcast, han hecho posible superarnos a nosotros mismos para ofreceros más a vosotros, nuestros lectores, por lo que era imprescindible felicitar a todos los implicados desde este espacio final. Y esto es sólo el principio.