7 sorpresas, sleepers y tapados de 2016
Los juegos que por un motivo u otro han destacado a pesar de que no se contaba con ellos.
Las sorpresas, sleepers y tapados de 2016
Han pasado doce meses y toca recapitular. También esos videojuegos que han desembocado en grandes sorpresas. También a esos juegos llamados Sleepers, los que llegan sin que se espere nada, sin hacer ruido, y acaban siendo juegazo. Títulos que no entraban en las quinielas y que se han convertido en auténticos imprescindibles para un 2016 repleto de Triple A, de indies de gran calidad, de experiencias únicas… Y también de inesperados progatonistas que han sabido ganarse un lugar en estos últimos doce meses a base de talento. Estos son nuestras sorpresas, sleepers y tapados de 2016. Los 7 nombres.
Nota: hemos intentado obviar los juegos de corte indie -aunque alguno de ellos puede entrar en la categoría por el estudio que hay detrás- para no pisarnos con el próximo reportaje sobre Los Mejores Indies de 2016.
Shadow Warrior 2 era secuela de un FPS de una compañía indie que recibió notas alrededor del 7 en su momento. Años después, Flying Wild Hog se atrevió con esta nueva iteración y el resultado nos ha sorprendido… Para bien. Un FPS que sabe encontrar su lugar en un género manido y poblado por todo tipo de propuestas. La jugabilidad old-school (bien entendida), el cooperativo alocado y un ritmo elevadísimo de campaña han hecho que se llevara un 85 en Meristation y que se convierte en un juego muy recomendable. Para los que disparan a diestro y siniestro, los que quieren combatir cuerpo a cuerpo y en general los amantes de la acción sin más sentido que ese: la acción.
Durante muchos meses de desarrollo se miró con cierto recelo lo que quería proponer Dragon Quest Builders. Se cogía el universo tan único que hay alrededor del juego de Square Enix, gracias a los diseños de Akira Toriyama, y se daba el salto a un tipo de juego que podía recordar a Minecraft. Nada más lejos de la realidad. Cuando salió a la venta Builders se demostró que sí, que había similitudes con el gran fenómeno de Minecraft, pero que son otra historia. Este Dragon Quest se centra en una historia para un solo jugador, con sus giros de guion, con su avance por capítulos y con una jugabilidad a prueba de bombas. La combinación entre una trama más o menos clara y la libertad de acción mientras combatimos y construimos hacen de este juego una de las grandes y destacadas sorpresas de 2016.
¿Puede un juego multijugador de corte asimétrico dar terror? Esta pregunta queda respondida de manera afirmativa con Dead by Daylight, la experiencia para PC que nos invita a jugar partidas asimétricas en las que uno de los enemigos es un asesino en serie y los demás tienen que colaborar entre ellos para poder sobrevivir. Es sin lugar a dudas una de las experiencias online más entretenidas y sorprendentes que nos ha dejado el 2016. Una vez lo pruebas, no puedes dejar de jugar otra partida y otra mientras vives con miedo y con tensión constante tu paso por estos escenarios generados de manera procedural, esta ambientación tan decrépita y, al otro lado, la sensación de poder ser el que infunde el miedo cuando te toca ser el asesino.
Está claro que si hablamos de una de las mejores sagas de lucha en 2D siempre saldrá, junto a Street Fighter, el nombre de la saga KOF. Pero eso no quita que lo que habíamos visto antes del E3 de Los Ángeles no invitaba al optimismo con la decimocuarta entrega de la serie. Esos gráficos y cambio a la fórmula visual de los sprites a los polígonos no auguraban nada bueno. Y menos cuando SNK Playmore era más Playmore que SNK, con dudas sobre hacia donde iba la compañía. Pero la idea de los nuevos propietarios era clara: volver a la esencia. A los juegos. Y poco a poco el título iba teniendo mejor pinta hasta que ha quedado un más que notable fighting game con un gran plantel de personajes, un sistema de combos profundo y equilibrado y una buena candidad de modalidades tanto offline como online.
El inicio fue un desastre. Ese primer capítulo en París con todo tipo de fallos de rendimiento, opciones que se habían anunciado a bombo y platillo que no habían acabado presentándose en su salida y muchos problemas que hacían plantearse si realmente la fórmula episódica era lo mejor que se podía hacer con el Agente 47. El tiempo ha acabado dando la razón a los desarrolladores. Cada uno de los capítulos nos ha permitido disfrutar de una libertad de opciones para ejecutar nuestras misiones impresionante, menos encorsetado respecto a Absolution y más cercano al encumbrado Blood Money. La experiencia ha ido claramente in crescendo y se ha convertido en uno de los grandes nombres que vale la pena tener en cuenta en este tramo final de año en su versión de temporada completa, con todos los contenidos ya disponibles.
Obsidian y Paradox unidos para lanzar un nuevo RPG isométrico. La propuesta no puede ser más interesante de inicio. Y el resultado final todavía es más destacado. Se trata de Tyranny, un juego que ofrece un enorme mundo para explorar, donde hay decisiones que marcan y de qué manera el devenir de la partida y que sabe recoger todo lo bueno que vimos en Pillars of Eternity para ofrecernos otra experiencia maravillosa dentro del género. La enorme cantidad de personajes que tenemos ante nosotros, el nivel de detalle de las facciones, los giros argumentales constantes y la creación de hechizos hacen de Tyranny un imprescindible para todos aquellos que tengan un PC y disfruten del rol con sabor a clásico pero con muchas mecánicas contemporáneas.
Es Pokémon, sí. Pero no queda ningún atisbo de dudas que lo que ha generado el título de Niantic durante el verano de 2016 ha sido tan inesperado como sorprendente. Una propuesta que en principio estaba muy alejada de lo que son los Pokémon de portátiles y que se ha convertido en un fenómeno de masas como pocos se recuerdan. Es el gran bombazo que nos deja a nivel social la industria de los videojuegos, con millones y millones de descargas, de ingresos y de gente caminando kilómetros para cazar pokémon. Una de las grandes sorpresas de 2016 y una fórmula que ha supuesto un impacto sin igual. Veremos hacia donde va todo en el futuro, pero lo que sucedió en los meses de verano no tiene comparación reciente con nada.