Otra temporada de Fórmula 1 que llega a su fin.

Novedades en cuanto a los campeones, títulos que cambian de manos y un juego que llega, quizás con retraso.

La razón, la tremenda labor de recreación de los bólidos que los han llevado a reflejar hasta el último detalle. A golpe de licencias (el juego tiene la licencia oficial de la FIA), se han hecho con todas las escuderías y todos los pilotos, los circuitos, los patrocinadores, etc. El circo de la fórmula 1 llega a nosotros y a nuestra PSOne una temporada más, para deleite de tantos aficionados a la velocidad.

Con una introducción bastante simple, a la par que decepcionante par todos aquellos seguidores del mundo de las cuatro ruedas, el juego se presenta como un candidato al trono anual de mejor simulador de Fórmula 1, precisamente ahora que la competencia es mayor en número y muy pareja en cuanto a calidad.

Los menús a la hora de escoger pilotos y escuderías nos ofrecen toda clase de datos de los mismos para que nuestra elección sea más fácil.

Con un motor gráfico que se ha visto renovado para volverlo más consistente, más rápido y con mucho más detalle que en anteriores ocasiones, ha conseguido mejorar sus efectos de luz en tiempo real pero aún así sigue adoleciendo de algunos problemas (pocos) de "clipping". Pero lo que consigue de manera deslumbrante es la sensación de velocidad que envuelve todas las carreras. Una sensación de velocidad increíblemente lograda que se nota sobre manera en las cámaras en primera persona de las que consta el juego.

De las cuatro cámaras que tiene el juego para seguir la carrera, la cámara en primera persona desde el interior del monoplaza es la más difícil de todas. Para compensar están las dos de visión en tercer persona desde detrás del bólido y por último una en primera persona en la que no se ve nada más que el circuito (esta es la más rápida de todas).

Aun así, éste maneja con soltura todo lo referente a la climatología (tiempo soleado, lluvioso, nublado, variable), a los flashes de las cámaras de los espectadores, a todo sin perder un ápice de realismo. Pero no se porta de manera tan versátil con los coches y mucho menos con el modelado de estos tras un accidente. Como veremos tras un par de accidentes, los coches no sufren deformaciones producto de los mismos, sino que permanecen íntegros y sin una mota de polvo que nos haga detectar los accidentes sufridos por el mismo.

Los circuitos están recreados con una perfección sublime. A la hora de escogerlos para una carrera, veremos un pequeño vídeo de su trazado desde una cámara en primera persona que recorre todo el circuito a la vez que se nos ofrece información del mismo como la vuelta rápida o el número de vueltas de que consta la carrera en ese circuito. Todo está impresionantemente reflejado, exhaustivamente recreado. Los anuncios, las vallas, los edificios, los puentes, los árboles y los arbustos, todo.

Las repeticiones de las carreras son una de las partes más espectaculares del juego.

  m  ú  s  i  c  a

La banda sonora brilla por su ausencia. No es broma. Pero no se cómo querías escuchar música mientras conduces un bólido de estas características y hay otros 20 adelantándote o siendo adelantados por ti.

Pero al menos los menús están amenizados con música electrónica, y es de la poca que escucharemos a lo largo de nuestro juego con este título.

En el juego en modo arcade, nos encontramos con la música a toda pastilla acompañando nuestras maniobras por la pista, ya que le hemos quitado la dosis de tensión que tiene la competición por lo menos que suene la música.

Todos los efectos durante la carrera son fenómenos, aunque el doblaje es bastante malejo. Total, para lo que dice.

No obstante se puede regular la frecuencia con la que los comentaristas meten baza en nuestra carrera.

La simulación es total. Y más si le ponemos todas las opciones de realismo activadas. El más mínimo despiste al volante nos dará un disgusto ya que antes de empezar tenemos que tener en cuenta la asistencia en boxes, el nivel de gasolina, el número de vueltas (que van desde las insignificantes cinco hasta el número de vueltas oficiales que tenga el circuito), las reglas oficiales (con banderas y todo), o los fallos de nuestro coche debido a un mal uso del mismo.

Por otra parte tendremos que escoger el tipo de neumáticos, la aceleración, la suspensión, el balance de los frenos, el cambio, e incluso un asistente en carrera de freno y de volante.

Aunque, como era de esperar, en el modo arcade el coche es mucho más fácil de manejar. Además, como todo buen arcade de conducción, nos obliga a pasar por unos checkpoint antes de que el tiempo llegue a cero, a la vez que remontamos posiciones.

La opción multiplayer admite hasta cuatro jugadores al mismo tiempo a pantalla partida. Y aunque parezca mentira, la sensación de velocidad que el juego nos muestra no se reduce de ninguna manera, el campo de visión si, pero no es nada que no arreglemos con una TV grande. ;-)

Otra de las opciones multijugador es la posibilidad de disputar un campeonato entero con otro colega a pantalla partida, bien en el mismo equipo o bien en escuderías distintas.

Uno de los aspectos más reales del juego es la utilización de banderas para indicar las incidencias que hay durante la carrera. Ya sabes, bandera amarilla significa que hay un accidente en la pista; roja, significa que la carrera se suspende momentáneamente; verde, que se reanuda la carrera; y negra... que estamos descalificados. También es posible que nos encontremos con penalizaciones del tipo "stop & go".

Para amenizar las esperas producidas por las cargas del juego, Psygnosis nos propone un pequeño trivial sobre la Fórmula 1, en el que se nos hace una pregunta y se nos dan cuatro posibles repuestas entre las que debemos escoger la respuesta correcta en el menor tiempo posible.

  c  o  n  c  l  u  s  i  ó  n

¿Será este título el último gran juego de Fórmula 1 para la PSOne? No lo sabemos. Pero lo que si es cierto es que esté título está muy recomendado para los más exigentes en el terreno de los simuladores de Fórmula 1.