Están todos, y son los mejores... lastima que algo falle.

Nuevamente Son Goku y sus amigos protagonizan un juego de lucha, y nuevamente hay algo que no encaja. Este fue el primer Dragon Ball para PSOne, y su aspecto en 2D, combinado con una sucesión de pequeños defectos, fue suficiente para que el juego se quedara a la sombra de lo que pudo haber sido.

Dragon Ball, a parte de ser uno de los mangas más populares del panorama español, es una fuente inagotable de recursos para hacer todo tipo de objetos relacionados. Entre ellos se encuentran los videojuegos, y del mismo modo que sucede con las películas (la mayoría), los productores suelen pensar que el nombre basta para vender el producto. Por este motivo, casi todos los juegos de Dragon Ball, sin ser del todo malos, quedan con una nota mala por culpa de un mal acabado.

Ultimate Battle 22 podría decirse que está inspirado en los títulos de lucha que en su día salieron para Super Nintendo (Super Famicom en Japón), llamados Super Butouden. Las dos primeras entregas resultaron disponer de una calidad técnica bastante aceptable, siendo juegos de lucha en 2D, pero por aquel entonces, triunfáron por disponer de un elemento muy importante: la originalidad.

Los Super Butouden eran originales gracias al sistema de luchas que empleaban, ya que cuando los personajes estaban cerca, el juego no dejaba de parecerse a un Street Fighter, pero cuando se alejaban, una barra dividía la pantalla en 2, permitiendo que hubiera una gran distancia entre ambos contendientes. La segunda novedad era que había dos alturas a las que se podía luchar: la normal a nivel del suelo, y una elevada que permitía luchar en el aire.

Cuando los luchadores estaban alejados, el método para atacar eran las ondas de energía. Estas podían ser normales, o haciendo una combinación, se podían hacer las devastadoras técnicas vistas en la serie. Pero antes de usar ataques de energía, había que cargar la barra de energía. Esta barra se situaba justo debajo de la de salud, y se cargaba sola, aunque lentamente. Al realizar un ataque sin la energía necesaria, el personaje quedaba unos segundos inmovilizado, y a merced de su rival.

Todos estos elementos, en su momento fueron una revolución en el concepto de los juegos de lucha, pero a partir de la tercera entrega, la no inclusión de novedades hizo que la saga fuera perdiendo originalidad. Cuando salió la Playstation se pensó en retomar la idea, y de ahí surgió este Ultimate Battle 22.

El sistema de juego es básicamente el mismo que las entregas de Super Nintendo, aunque las diferencias técnicas se dejan notar con facilidad. Los gráficos son más nítidos, la música tiene más calidad al venir en soporte CD y las voces se escuchan con mucha más nitidez. Sin embargo, la sensación general es la de estar ante un juego de Super Nintendo; y si esa idea era mínimamente aceptable cuando el juego salió en Japón (tardó mucho en llegar a España), ahora se antoja totalmente ridícula.

Sin embargo Dragon Ball es una gran serie, y sus personajes tienen un gran carisma; y la principal novedad de esta entrega es la inclusión del mayor plantel de luchadores visto en cualquier juego de esta saga. 22 personajes seleccionables desde el comienzo del juego más cinco secretos. Casi todos los luchadores de la serie están aquí, y algunos incluso por duplicado. Ese es el caso de Son Goku, que puede escogerse en su estado normal, en estado de Super Saiyajin, o en el tercer nivel de Super Saiyajin. Incluso se puede seleccionar a Goku cuando es un niño, aunque este es uno de los personajes secretos.

En la plantilla completa se pueden encontrar a los siguientes luchadores: Goku, Freezer, Gohan, Piccolo, Goten, Rikoom, Vegeta, Gynew, Krilin, Zarbon, Trunks adulto, Trunks niño, C-16, C-18, Tenshihan, Cell, Gran Saiyaman, Mayin Boo delgado, Mayin Boo gordo, Gotenks (fusión entre Goten y Trunks), Kaioshin y Dabura. Los personajes ocultos son: Mr. Satan, Goku niño, Goku Super Saiyajin de nivel 3, Gogeta (Fusión entre Goku y Vegeta) y el maestro Mutenroshi.

El apartado gráfico, no se puede decir que sea malo en la época en la que salió. Al poco del nacimiento de Playstation en Japón, el salto desde Super Nintendo era evidente, pero ahora, los gráficos en 2D que se aprecian en este juego, quedan totalmente desfasados. Es importante tener en cuenta la fecha en la que es creado cada producto, pero incluso por aquel entonces, aunque correctos, los gráficos no ofrecían nada nuevo.

El motivo no es la pobreza visual de los personajes y escenarios, sino la animación de los mismos. Aunque todos los personajes son perfectamente reconocibles y están bien detallados, los movimientos son demasiado rápidos en relación a la poca animación que tienen. Esto se traduce en un movimiento brusco y poco aproximados a la serie de televisión. Además, los ataques a realizar están bastante mal recreados.

Los efectos especiales brillan por su ausencia, sobre todo porque en aquellos tiempo no se podía hacer nada mejor. Las ondas de energía no son más que sprites en 2D al igual que los personajes, y no hay nada espectacular en ellas. Los fondos están bien creados, representando los parajes más famosos de la serie, pero en ellos no hay ningún elemento animado que sobresalga o les dote de algo más de variedad.

La principal novedad respecto a la saga en Super Nintendo es la eliminación de la barra que divide la pantalla al alejarse los luchadores. En su lugar, un zoom se aleja o se acerca en función de la distancia que haya entre los personajes. Este efecto, al aplicarse sobre personajes modelados en 2D queda bastante pobre y solo ayuda a aumentar el mal efecto general que produce la animación.

Lo mejor de todo el apartado gráfico es la introducción animada, creada por el mismo estudio de animación encargado de dar vida a la serie, y exclusiva para este juego.

La música, al igual que todas los demás juegos de Dragon Ball, no es la misma que la que se puede oír en la serie de televisión. Incomprensiblemente, todos los juegos tienen su propia banda sonora exclusiva, y en ningún caso ha logrado superar a la original creada para la televisión. Aquí es igual, y aunque la calidad es buena, la composición no lo es tanto. Músicas "parecidas" a las originales, pero que no son las mismas. Ambientan bien, pero no es lo mismo.

Las voces de los personajes son casi obligatorias, aunque solo se oyen cuando los personajes realizan alguna técnica especial. Por supuesto están en japonés y son las originales de la serie. El resto de los efectos de sonido intentan también parecerse a los de la serie de televisión, pero no cabe duda de que no son los mismos. Esta decisión, que teóricamente es de marketing, hace que el juego pierda algunos enteros.

La jugabilidad de este título es tan sencilla como lo era en su día los Super Butouden en Super Nintendo. El juego es inicialmente un arcade de lucha en 2D, como lo pueda ser Street Fighter, pero en el fondo hay más. Con cuadrado y X se realizan los golpes normales de puñetazo y patada. Luego con círculo se usan los ataques de energía y con triángulo se cambia de plano, es decir, se pasa a estar en el aire o en el suelo.

Los L y R se usan para desplazar al personaje más rápidamente por la pantalla, ya sea a derecha o a izquierda, y ya se esté en el suelo o en el aire. A partir de aquí empiezan las combinaciones: se puede pulsar repetidamente un mismo botón para hacer un combo sencillo, o se pueden hacer movimientos sobre el pad, para terminar con un botón de ataque, lo que generará un ataque especial, ya sea físico o de energía. Las técnicas más demoledoras requerirán de una combinación más complicada.

El problema del control viene dado por el nefasto movimiento de los personajes, que como ya se dijo, es muy brusco, y molesta bastante a la hora de realizar las técnicas.

Otro problema viene dado por la falta de modos de juego. Por una lado está el clásico modo torneo, en el que habrá que vencer a los enemigos en un torneo que empieza ya en cuartos de final. Y el otro modo de juego es el de lucha continua, donde habrá que enfrentarse a los personajes de manera aleatoria y porque sí. ¿Dónde está el modo historia?, no hay modo historia. Incomprensiblemente no está incluido un modo que permita emular las aventuras de Son Goku y su tropa. Tan solo unos modos de juego muy arcades que están bien, pero donde falta el más importante.

También hay modo para dobles, donde se puede escoger el personaje a controlar, y en caso de no tener un amigo para jugar, el rival, que también puede ser escogido, será controlado por la IA del juego.

Este título de Dragon Ball puede que sí guste a los aficionados a la saga. Tiene muchos personajes y están bien detallados, y en el modo versus, se pueden recrear los combates más clásicos de la saga. Sin embargo, como juego en sí, tiene muchos puntos negros que los no aficionados a Goku probablemente no vayan a perdonar. Es una lastima, porque con un poco más de trabajo se podría haber conseguido un juego muy bueno para todos los públicos, pero por motivos desconocidos se ha quedado a medio camino.

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