God of War, acción y emotividad nórdica

Violencia y dragones

Kratos ha vuelto. God of War ha vuelto. Pero no cómo ni dónde lo conocíamos. Se confirma la mitología nórdica, pero hay mucho más. 

En la conferencia de Sony de este E3 2016 se ha presentado un gameplay en directo donde identificamos a un Kratos barbudo que está enseñando a un niño a cazar. Con lecciones aprendidas de otro estudio de Sony, Naughty Dog, por el tratamiento cinematográfico y por una transición constante entre lo jugable y lo no jugable.

Vemos en estos minutos de juego a Kratos peleando a puñetazo limpio con unas criaturas que parecen salidas de Juego de Tronos, golpear con su hacha de doble hoja y lanzarla para después recogerla cual martillo de Thor.

También vemos una batalla contra un jefe, un gigante, con el que acaba de la manera típica en un juego de la saga, de la manera más bruta y sangrienta imaginable.

Kratos ahora podrá activar el spartan rage en ciertos momentos de la batalla, en la que entrará en un modo furia berserker.

Sin embargo, también queda espacio para la emotividad y los lazos sentimentales entre el niño que aprende a cazar y este nuevo Kratos. 

La última escena nos adelanta lo que será el mundo del juego: montes escarpados, peligros y dragones. 

El título pierde el IV, dándose a entender que es un reboot de la saga o, incluso, podría ser un God of War 0, siendo una precuela de las primeras entregas (¿quizá el niño sea Kratos?).

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