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Frantics, análisis

Frantics es la nueva propuesta del estudio NapNok Games para PlayLink, y llega el próximo 7 de marzo de 2018. En MeriStation os traemos un análisis de este travieso videojuego social.

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Un festival de minijuegos para animales tramposos

PlayLink, la plataforma de videojuegos sociales para PlayStation 4, es el sistema ideal para aquellos títulos multijugador en los que son bienvenidos todo tipo de público, desde el más experto al más profano en materia lúdica. En partidas que permiten 4, 6 y hasta 8 jugadores, no es necesario tener un arsenal de mandos; sencillamente, conectamos un dispositivo móvil o tablet a la consola, y con él controlamos a nuestro personaje. El nuevo título que llega en este formato es Frantics, una fiesta de minijuegos en los que el sabotaje es el camino al éxito.

Detrás de esta obra se encuentra NapNok Games, el estudio danés cuyo interés creativo se centra en los videojuegos sociales, como atestiguan Spin The Bottle: Bumpie’s Party y Affordable Space Adventures. El primero, para Wii-U, consiste en una versión del juego de la botella en el que la pareja seleccionada por azar debía recrear una serie de acciones en las que se fomentaba el contacto físico y la pérdida de pudor a la expresión corporal, como pasarse un testigo por debajo de las piernas o bailar un vals. En el segundo, también para Wii-U, nos adentrábamos en una exploración espacial a la vez que debíamos gestionar y mantener la nave, en modo solitario y multijugador, a través de la resolución de puzzles muy ingeniosos.

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Anchel Labena, productor de NapNok con quien MeriStation tuvimos la ocasión de hablar durante la presentación de Frantics, nos detalló cómo el interés principal de su estudio son los multijugador local: “Nos gustan los juegos que ofrecen una mayor interacción que la de mirar en pantalla; creamos títulos en el que los jugadores hablen entre ellos, planeen estrategias y participen juntos en las experiencia”. No es de extrañar que Frantics, su nuevo título llegue para PlayLink, donde el mismo Labena ve la analogía de los juegos de mesa: “La televisión hace las veces de tablero, y la pantalla del móvil equivalen a las cartas. La interacción entre los jugadores es la misma”.

En Frantics entramos en un mundo habitado por animales antropormórficos, con un diseño caricaturesco y miradas ojerosas. Zorro, un ladino maestro de ceremonias ataviado con un traje a cuadros y sujetando una taza de cristal con un zumo de manzana —o whisky, según la imaginación del jugador— nos da la bienvenida. Nos situamos en una fiesta para todas las criaturas del bosque, en la que participaremos de uno a cuatro jugadores, entre los cuales nos enfrentaremos en una yincana repleta de minijuegos rocambolescos en los que cualquier sabotaje posible a los rivales es válido, con el fin de alzarnos victoriosos. 

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Una yinkana de pruebas locas y divertidas

Antes de empezar el juego, debemos descargarnos en nuestro teléfono la aplicación Frantics y sincronizar el dispositivo a la consola. Entonces, nos haremos una foto que se convertirá en nuestro retrato de jugador, y el juego nos asignará un animal supuestamente similar a nuestro físico —en la fauna disponible encontraremos vacas, ornitorrincos, babuínos, caballos, etc.—. La elección es aleatoria y crea esta ilusión sobre que la criatura se asemeja a nosotros, un ejercicio de reírse de uno mismo en el cual es sencillo formar parte. En caso de que prefiramos otro animal, podemos cambiarlo. Tras esto, entramos en la partida dentro de una caja, que romperemos al sacudir el teléfono y mostrará a nuestro personaje, cuya morfología corporal moldearemos agitando el móvil. En caso de que haya menos de cuatro jugadores, el propio Zorro, tras hacer un comentario mordaz sobre nuestra carencia de amigos, asignará de dos a tres rivales restantes controlados por inteligencia artificial. Con esto, aclaramos que es posible jugar solo, aunque la experiencia de la competitividad y el espíritu travieso se disfruta más en grupo.

Después, nos adentraremos en la propia fiesta, en la que superaremos cuatro pruebas antes de la gran final. Esta yincana se puede personalizar desde el menú principal en el modo Sesión Personalizada, donde también hallaremos packs prefabricados de pruebas según temática, o bien podemos escoger uno de los minijuegos del catálogo individualmente. En el modo Fiesta del Zorro, el maestro de ceremonias seleccionará las pruebas de forma aleatoria. El mismo juego guarda memoria sobre los dispositivos conectados para detectar su experiencia en Frantics. En nuestra primera vez, recibiremos un tutorial sobre cada minijuego en el que nos embarquemos. A medida que acumulemos partidas, Zorro hará comentarios sobre habernos conocido de antes, y amenizará los juegos con subastas y pruebas especiales para los jugadores en última posición, y que explicaremos más adelante.

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Los minijuegos disponibles son catorce: Lucha de Sillas, en la que nos propulsaremos hacia una diana montando sillas de oficina; Diabólidos, una carrera de autos que personalizaremos con elementos ventajosos o perjudiciales; Corredor Solitario, una maratón de obstáculos; Campos Traicioneros, donde llevaremos una sopa sorteando una serie de trampas mientras cuidamos de no derramarla; Paranoia Paracaidista, donde nos lanzaremos en caída libre considerando que hay que activar el salvavidas en el momento oportuno para ser los primeros en llegar a tierra a salvos; Locura a Chorros, donde nuestro vehículo hasta la meta será un jetpack; Metal Pesado, o una especie de fútbol-sala con un balón de hierro y trampas; Propulsión con Compulsión, donde crearemos el avión más efectivo o peligroso; Bombarderos, donde sobreviviremos a una lluvia de bombas; Cocorroscorrones, una justa por ensartar el mayor número de rosquillas en nuestra lanza; Tour de Frantics, o una vuelta ciclista disparatada; Saltos y Sobresaltos, donde deberemos permanecer el mayor tiempo posible botando sobre un balón; ¡Carámbanos!, un ring sobre hielo donde patinaremos para expulsar a nuestros enemigos; y Reyes de la Colina, donde pugnaremos por permanecer sobre una plataforma con uno de nuestros rivales, que en esta ocasión forjará con nosotros una alianza temporal.

Al principio, el número y variedad de minijuegos ofrecen diversión para partidas casuales entre familia y amigos, pero un mismo anfitrión que haya agotado todas las yinkanas posibles puede perder interés en repetir, con lo que se esperan nuevas pruebas en un futuro para mantener la vida de Frantics.  

El juego sucio como estrategia vencedora

Cada minijuego consta de dos rondas, o de un tiempo límite dentro del cual debemos acumular el mayor número de victorias posibles. Durante estas fases, o entre prueba y prueba, cabe la posibilidad de participar en una subasta, en la que pujaremos por un objeto —haciendo uso de las monedas acumuladas durante los recorridos de cada minijuego—  que nos dará ventaja en las siguientes pruebas; puede ser un gorro que multiplique nuestros puntos o una pistola congeladora. 

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Durante cada prueba, debemos hacer lo posible por ser el último en pie, para lo cual el juego sucio es la táctica principal. Podemos empujar a nuestros contrincantes contra trampas o fuera del ring, pasarles bombas con el fin de que exploten, aliarnos temporalmente con un rival para expulsar a otro, etc. Una vez quedemos fuera de combate, podemos continuar saboteando a otros jugadores enviándoles un rayo congelador a nuestra elección —pese a que esta opción, a veces, aparece a un segundo de terminar la ronda, con lo que no resulta útil—. Al terminar cada minijuego, el vencedor se llevará una corona, y el ganador definitivo será quien obtenga un mayor número de éstas. Cabe mencionar que Zorro no sólo premiará al vencedor oficial de cada minijuego, sino a alguien que haya destacado por una estrategia especial, como el que haya viajado más tiempo a hombros de otros en una carrera, o el que haya enviado el mayor número de explosivos.

Después de cada ronda, Zorro nos enviará un mensaje a nuestro teléfono sobre quién nos ha empujado más veces o quién ha causado nuestra derrota. Esto nos azuzará contra otros jugadores y despertará deseos de venganza. Asimismo, quienes queden últimos tendrán nuevas oportunidades de remontar. Habrá pruebas especiales para los rezagados que pondrán a prueba su confianza, como sujetar un yunque entre dos, teniendo en cuenta que, si llegan juntos al final, cada uno recibirá una corona, mas si uno de ellos aplasta al otro en el último momento, se llevará las dos coronas. Por supuesto, si ambos sueltan el yunque, ninguno se llevará premio.

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Ocasionalmente, quien quede en último lugar recibirá una llamada telefónica de Zorro, donde le propondrá una misión secreta para conseguir una corona. Los detalles le llegarán por mensaje, y consistirán en ayudar a otro jugador a conseguir la victoria o colaborar para que otro sea derrotado. 

En la prueba final, se puede dar un interesante giro de los acontecimientos. Se puede dar un minijuego en el que todos, con armas previamente adquiridas mediante subasta, participen en una lucha de todos contra todos hasta que quede el último en pie sobre un ring que va menguando por momentos. Asimismo, podemos pasar a una subasta de coronas, con lo que el jugador con mayor número de monedas atesoradas puede comprar la victoria. Tal vez no sea una forma justa de ganar, pero Frantics es un juego gamberro en el que se premia la deshonestidad competitiva.

Al vencedor final, le espera una recompensa por parte de Zorro que consistirá en un accesorio de vestuario muy festivo y extravagante —como unas gafas de sol gigantescas— con el cual podemos personalizar a nuestras criaturas en futuras partidas. La simpatía por Zorro hacia el animal vencedor quedará manifiesta en los comentarios que haga; su preferida es la gallina, mientras que por el ornitorrinco siente una profunda aversión debido a la dificultad que presenta la pronunciación de su nombre.

Un control preciso y sencillo, pero incómodo

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Como en todo juego de PlayLink, el teléfono móvil hace las veces de mando. Deberemos mantener el dispositivo en un ángulo de 45º y lo inclinaremos a izquierda, derecha, arriba o abajo para mover a nuestro personaje. En la pantalla, pulsaremos un botón para saltar o activar el objeto de cada minijuego, o deslizaremos el dedo para propulsarnos. La precisión de los controles es perfecta y éstos son muy fáciles de manejar, aunque la posición en la que mantenemos el móvil y la forma en la que lo manejaremos no resultará del todo cómoda. 

Cada minijuego será breve, y cada fiesta no durará más de veinte minutos. La emoción de la partida y la tensión entre los jugadores se mantendrán constantes, puesto que el juego sucio y las alianzas interesadas mas frágiles serán la táctica básica. Pese a que un jugador se sitúe en cabeza, el resultado de la yinkana nunca estará asegurado, dado a los giros de acontecimientos posibles que ofrecen las pruebas de subastas o las oportunidades concedidas a los jugadores que van a la cola.

Un pícaro mundo de plastilina para niños y adultos

Frantics es un juego dirigido a todos los públicos, y ofrece lecturas distintas para los pequeños y los mayores de la casa. Todos los personajes consistirán en muñecos de plastilina, con una textura muy lograda a nivel gráfico, y un diseño caricaturesco que, junto con los coloridos escenarios, atraerá a los más pequeños. Asimismo, la violencia presentada entre los animales adquiere un tono fantasioso y carente de sangre, lo cual permite el propio diseño basado en plastilina: las figuras se aplastarán para volver a remodelarse en la siguiente ronda, sin consecuencias fatales. 

No obstante, los adultos obtienen otra perspectiva de Frantics. Todos los animales presentan un aspecto trasnochado que nos hará pensar en juergas descontroladas y jornadas de resaca. Zorro, por su parte, hablará más despacio a medida que pase la partida, con lo que podemos interpretar que su discurso estará afectado por el contenido misterioso de su taza de cristal. Asimismo, sus muchos comentarios ambiguos, como los elogios a los jugadores que les gusta montarse encima de los demás o la alabanza hacia las cualidades de la gallina, ofrecen una lectura poco inocente por parte de las mentes más pícaras.

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Zorro es un personaje que, con su personalidad maliciosa, resulta simpático. Destacamos de él la loable interpretación de su actor de doblaje en castellano, que logra conferirle el carisma necesario mientras subraya su personalidad. La música, por su lado, no es especialmente reseñable, aunque es correcta en cuanto a la ambientación de una yinkana disparatada sin estorbar.

A nivel técnico, la fiesta de Zorro se desenvuelve de forma fluida y la conexión entre los dispositivos y la consola permanece estable, y la batería se consume a buen ritmo, aunque sí muestra un mayor aguante que otros títulos de PlayLink

Frantics es un videojuego social en el que nos adentraremos en una yinkana compuesta de pruebas descabelladas e hilarantes, donde el juego sucio se convertirá en la clave para alzarnos victoriosos. Zorro, el taimado maestro de ceremonias, ameniza el trancurso de las pruebas con añadidos emocionantes como un explosivo con una cuenta atrás oculta o oportunidades para los rezagados como misiones secretas. Con un diseño de personajes basado en muñecos de plastilina y una estética caricaturesca, es un juego que atraerá a los más pequeños, si bien el tono picante de muchos de los mensajes de Zorro, así como la ambigüedad de algunos elementos como la actitud ebria de éste, estarán dirigidos a los más adultos. La jugabilidad, mediante los telefónos convertidos en mandos gracias al sistema de PlayLink, hace que el juego sea accesible a todo tipo de jugadores, pese a que el control puede resultar un tanto ortopédico por cómo nos obliga a sujetar el móvil. En conjunto, ofrece un título sencillo para amenizar reuniones caseras con breves fiestas de minijuegos en donde el vencedor es el jugador más astuto.