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Agony

Agony

  • PlataformaNSWPC6PS46XBO6
  • DesarrolladorMadmind Studio
  • Lanzamiento29/05/2018 (PC, PS4, XBO)31/10/2018 (NSW)
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorMadmind Studio

Análisis Agony

La controvertida aventura de terror en primera persona Agony está por fin entre nosotros, envuelta en su halo de polémica y dispuesta a ofrecernos una de las más grotescas visiones del infierno que hemos visto en el medio. Desgraciadamente, esta dantesca epopeya ha quedado lejos de cumplir las expectativas generadas.

Actualizado a

La primera obra del estudio polaco Madmind Studios ha estado acompañada de la polémica desde que en noviembre de 2016 sus creadores lanzaran una campaña de Kickstarter para financiarlo. En el vídeo de presentación, se nos mostraba una perturbadora visión del infierno que ofrecía dantescas imágenes llenas de violencia y sexo. Pese a que en esas primeras imágenes no acababa de quedar claro por donde irían los tiros en lo referente a jugabilidad, se ve que el público estaba deseoso de experimentar las sensaciones tan extremas que el título prometía, por lo que la campaña de Kickstarter fue un éxito mayúsculo. Dicho halo de misterio en torno a la jugabilidad se mantuvo hasta prácticamente el mismo día de publicación del título, ya que en los días previos al lanzamiento del mismo la propia desarrolladora empleó más tiempo en hablar sobre la censura del título que del mismo en sí. Dicha censura provocó un retraso indefinido del lanzamiento del título el pasado 30 de marzo, fecha inicialmente anunciada para su salida. La extrema crudeza de las imágenes que mostraba Agony, hizo imposible que este recibiera calificación por edades en Estados Unidos, lo que hacía inviable su lanzamiento en consolas. Finalmente, el pasado 29 de mayo, previo paso por la implacable tijera de los moralistas que velan por nuestra conciencia, Agony salió a la luz. Y desgraciadamente, el que era uno de los títulos de terror más esperados de los últimos tiempos, ha acabado siendo un título decepcionante al que le falta mucho por pulir y que comete errores graves que lo alejan, y mucho, de los referentes del género como la saga Outlast, Amnesia o Resident Evil.

Dichos errores resultarían entendibles si tenemos en cuenta que se trata de la primera obra del estudio. Sin embargo dicha excusa deja de tener validez al saber que este está formado por veteranos del sector con experiencia en juegos de peso como The Witcher 3 y The Division entre muchos otros. Agony, especialmente en sus exasperantes compases iniciales, se toma demasiado en serio lo de ser un survival horror que haga verdadero honor a su nombre, en una agonía que supone un verdadero ejercicio de frustración con unas mecánicas que no están pulidas ni acaban de funcionar como deberían. Tras un inicio excesivamente lento donde al título ya se le ven todas sus costuras, éste nos suelta en una zona donde inmisericordemente caeremos una y otra vez, mientras luchamos por hacernos con una jugabilidad que a menudo parece jugar en nuestra contra. Y llegados a este punto, si no somos pacientes, resulta fácil desesperarse con lo que nos propone el título y abandonarlo.

Y sin embargo, si hacemos un ejercicio de perseverancia y avanzamos en este grotesco mundo de pesadilla, vemos como la cosa mejora y Agony brilla (tampoco demasiado) donde menos te lo esperas. Cuando se relaja en su empeño por ser un survival extremo, el diseño de niveles muestra buenas ideas y solvencia para darnos una sorprendente libertad de exploración y recompensar esta con varios acercamientos para afrontar las fases de la aventura y con multitud de coleccionables que la hacen muy satisfactoria. También nos sorprende con una buena variedad de ambientaciones, siempre perturbadoras y grotescas hasta el extremo, pero que van mucho más allá de lo que nos esperaríamos encontrar tras los compases iniciales. Lástima que Agony haga gala de un apartado técnico propio de la anterior generación, incluso de la época de los 128 bits en algunos aspectos, lo que desluce, y mucho, el conjunto. El acabado visual final de Agony dista años luz de lo mostrado en el espectacular tráiler de presentación de la campaña de Kickstarter, e  incluso de la demo que pudimos disfrutar hace meses. Como vemos, desgraciadamente Agony presenta muchas más sombras que claros. Y pese a ello, si buscamos una experiencia extrema con una de las ambientaciones más perturbadoras que hemos podido disfrutar, y tenemos una elevada paciencia para tolerar sus múltiples carencias, nos ofrece un viaje impactante al final del cual el regusto no será amargo del todo. Y para compensar, nos ofrece una elevada cantidad de contenido extra, por lo que si conseguimos comulgar con su propuesta, tenemos juego para muchas horas.

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La búsqueda de la Diosa Roja

La trama de Agony no es excesivamente compleja. Tomamos el control de un alma en pena que ha descendido a los infiernos y que ha perdido todos sus recuerdos, por lo que desconoce cómo ha acabado con tan trágico destino. Una vez allí, vemos que podemos tomar el control de los cuerpos de diversos moradores del inframundo, lo cual resultará vital para conseguir nuestra única meta: Encontrar a la misteriosa Diosa Roja la cual parece ser nuestra única vía de salida de este dantesco mundo de pesadilla. La narrativa del juego es parca y difusa. Por un lado nos iremos encontrando unas crípticas notas que nos relatan diversos hechos de este mundo de pesadilla Sin embargo, nuestro protagonista pasa toda la aventura en segundo plano, ya que en ningún momento habla ni dice nada, y como estamos constantemente cambiando de cuerpo entre los desprevenidos habitantes del infierno, resulta imposible desarrollar la más mínima empatía por él. Salvo en un par contado de ocasiones que tampoco es que tengan demasiado que contar, la práctica totalidad de personajes que nos encontramos son meros comparsas sin nada de peso que decir destinados a ser poseídos en caso de que lo necesitemos. La verdadera protagonista es la mencionada Diosa Roja, un personaje enigmático cuyas intenciones no acaban de estar nunca del todo claras y que con sus apariciones hace que la historia cobre fuerza y nos pique a ver qué pasa a continuación. A mayores, si nos aventuramos a explorar encontraremos multitud de notas y coleccionables que nos contarán más de la historia de Agony.

Debemos avisar aquí que no estamos ante un juego para todo el mundo. Sus creadores han puesto todo su empeño en que su visión del infierno sea extrema a más no poder, y la verdad es que lo han conseguido. A las habituales escenas de torturas a las almas en pena vistas en otros juegos, Agony añade un coctel brutal lleno de gore, vísceras, mutilaciones, sexo y perversiones varias. Por momentos, lo que vemos en pantalla roza el mal gusto, si bien es cierto que cosas peores se han visto tanto en el cine como en otros videojuegos. Con respecto al polémico asunto de la censura, otro tirón de orejas para la gente de Madmind Studios. Y es que el día previo al lanzamiento del juego, como ya hemos comentado, en lugar de mostrar el título en sí, se dedicaron a lanzar un comunicado comentando que finalmente solo se habían censurado un par de segundos de varios de los finales del juego (tiene 7). Y de hecho publicaron un vídeo en Youtube con dicho metraje censurado, el cual por supuesto fue retirado de la plataforma. Efectivamente el contenido de dichas escenas era bastante fuerte. Sin embargo, los creadores de Agony faltaron a la verdad con tal afirmación, ya que en el juego faltan varias escenas que se habían podido ver en los tráilers. Y lo que es peor, el tono general del juego se ha rebajado en parte. Por ejemplo, la sangre en ciertas escenas y situaciones adquiere un tono morado brillante en lugar de su color natural que resta dramatismo a lo que acontece en pantalla. Y en general, la carnicería presente en los escenarios es inferior a lo mostrado en los primeros trailers. Pese a ello, el tono general de Agony es verdaderamente enfermizo, grotesco y perturbador, y hará las delicias de los que disfruten de las ambientaciones extremas.

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Exploración camuflada de survival horror

La mecánica principal de Agony es la de survival horror en primera persona, en la onda de lo visto en títulos como la saga Outlast o Amnesia. Nuestro personaje está completamente indefenso, y si un enemigo nos detecta y nos alcanza nos eliminará automáticamente. Para evitarlo, debemos ocultarnos, y escabullirnos sin que nos vean. Para ello tenemos un par de mecánicas como son aguantar la respiración y lanzar antorchas para despistar a nuestros perseguidores. Sin embargo, la inteligencia artificial del juego es cuanto menos errática, y nunca sabemos muy bien qué esperar de nuestros acechadores. A veces pasan a nuestro lado sin inmutarse, y en ocasiones nos detectan en la distancia para abalanzarse sin piedad sobre nosotros. Una vez nos maten, nuestra alma volará libremente por el escenario, y tenemos un tiempo limitado para poseer a otro personaje que esté en las inmediaciones. A algunos será necesario retirarles previamente una capucha mientras estamos vivos para poder poseerlos una vez caigamos. Esto le da un componente estratégico al título que le hace ganar puntos y resulta muy original. Antes de adentrarnos a lo loco, debemos estudiar el terreno, preparar a los huéspedes para poder poseerlos en caso de morir, y estudiar a conciencia su ubicación, ya que el tiempo para encontrar un nuevo cuerpo es limitado, y si no lo conseguimos deberemos cargar un punto de control.

El funcionamiento de los puntos de control también es peculiar, y está acorde en ese empeño que muestra el título porque sea una verdadera agonía. Podemos cargar un mismo punto de control tres veces. Si morimos una cuarta, este se rompe y reapareceremos en el anterior punto de control que activáramos. Teniendo en cuenta lo tosco de las mecánicas del juego, y la nefasta inteligencia artificial del mismo, es muy frustrante morir varias veces por errores que son más culpa del juego que nuestras, y que aún por encima se rompa el punto de control y debamos repetir una secuencia aún más larga. En muchísimas ocasiones también resultará dificilísimo orientarnos, y estaremos completamente perdidos sin la más mínima idea de hacia a donde ir. Para solucionar esto, el título nos proporciona unas luces guía que nos orientan, si bien en muchas ocasiones lo hacen de forma bastante difusa. El uso de esta ayuda está limitado y se recarga en los puntos de control. Podemos personalizar la dificultad del título, de forma que el uso de dichas luces guía sea ilimitado o que los puntos de control no se rompan con nuestras muertes.

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También nos encontraremos varios puzles en nuestro viaje. Por un lado tenemos los de buscar unos determinados objetos en el escenario y depositarlos donde toque. Por otro lado, se nos pedirá que completemos unos dibujos con unas pinturas que realizaremos con nuestra propia sangre, denominados sigilos. Debemos buscar el sigilo correcto por el escenario entre varios que se nos muestran, siguiendo las pistas que nos da el entorno o explorando. Pese a que resultan repetitivos, alguno de estos puzles está bien planteado y deja buen sabor de boca en su resolución. Así mismo hay un par de combates con jefes finales, alguno no excesivamente bien llevado a cabo, si bien nos dejan un par de momentos espectaculares.

Lo mejor del juego llega cuando avanzamos y además de poseer a los indefensos moradores del inframundo como nosotros, podemos poseer a las criaturas demoníacas que lo pueblan, cada vez a las de mayor tamaño y poder. En ese momento Agony abandona su corsé de survival horror extremo y es cuando podemos disfrutar de ese diseño de niveles más que correcto y afrontar una exploración que nos recompensa con items para mejorar a nuestro personaje, notas sobre la historia del juego e infinidad de coleccionables como páginas de comic, modelos 3d y más cosas. La duración del título ronda las 8-10 horas, y se dispara si exploramos a conciencia para tratar de conseguir todos los coleccionables. Por si esto no fuera suficiente, está más que generosamente surtido de contenido extra. Por un lado tenemos el modo Agonía, disponible desde el principio, que nos invita a superar unas mazmorras generadas aleatoriamente, en modo supervivencia con una única vida o en modo contrarreloj. Hay una serie de clasificaciones online diarias que nos pican a comparar nuestras puntuaciones con las de otros jugadores. Por otro lado, una vez superemos la campaña principal por primera vez, se desbloqueará un modo que nos permite vivir esa campaña desde la perspectiva de un súcubo, la cual posee muchas habilidades que ofrecen una jugabilidad completamente diferente, y además nos permite desbloquear nuevas rutas. La campaña jugada de esa forma posee sus propias escenas y la historia difiere de la normal, por lo que es una aventura diferente. Comentar también que la historia principal posee 7 finales diferentes. El juego cuenta con una excelente traducción a nuestro idioma.

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Perturbadora recreación del infierno técnicamente desfasada

A nivel técnico Agony ha acabado siendo un verdadero despropósito. Y lo que es más grave, un título a años luz del acabado visual que mostraba en los trailers iniciales de la campaña de Kickstarter, lo que es un engaño en toda regla. Resulta inferior incluso a la demo que lanzaron hace unos meses, cuyos gráficos ya habían sufrido un serio recorte. Pese al uso del Unreal Engine 4, nos encontramos algunos modelados de personajes dignos de los 128 bits, y muchas texturas de bajísima calidad. El título hace un uso excesivo del efecto bloom y del desenfoque, lo que desluce el conjunto final. Y lo que es más grave, es un título excesivamente oscuro, así que configurad el Ganma al máximo u os encontrareis con zonas donde literalmente os será imposible avanzar porque no veréis nada. Hemos analizado en juego en su versión Pc en un equipo que ya tiene sus años, un I7 4790k con una Nvidia 970 y 16 GB de RAM, y en general el rendimiento ha sido correcto con la configuración gráfica al máximo, con algún tirón puntual pero nada grave. Parece que el rendimiento en versión consolas, incluso en los modelos Pro y X, da muchos más problemas para mantener una tasa de imágenes sólida y padece de un excesivo tearing. Al menos la desarrolladora está escuchando a la comunidad y ya ha lanzado dos parches para tratar de solucionar los problemas del juego, tanto en Pc como en consolas, si bien se ve que no lo ha conseguido del todo.

Lo que salva a Agony visualmente de la quema es una dirección artística excelente, perturbadora, grotesca y original, que resulta sumamente impactante pese a las muchas carencias técnicas del título. Es una lástima pensar lo que se habría podido conseguir con un despliegue gráfico al menos correcto, ya que pese a ello el título nos deja una visión del infierno para el recuerdo que merece la pena visitar. Además, como ya hemos comentado, ofrece una variedad de ambientaciones sorprendente que para nada nos esperamos en los compases iniciales del juego, y que nos acaban dejando alguna impronta de gran belleza, en su retorcida manera claro está. La carne, la sangre y las vísceras forman parte de la arquitectura de este dantesco infierno en una visión aterradora del submundo que acaba siendo uno de los puntos fuertes de Agony.

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El apartado sonoro sí resulta algo más sólido, ofreciéndonos una suerte de alaridos, lamentaciones y demás sonidos de dolor junto con una serie de efectos especiales que nos meten en materia por completo. La banda sonora, en segundo plano, cumple, y el trabajo de doblaje es bueno, si bien escaso ya que no nos toparemos con muchas conversaciones a los largo de la aventura. En definitiva, el apartado sonoro cumple en su misión de remarcar el tono de sufrimiento y agonía de este desolador e inmisericorde infierno que visitamos.

Hemos analizado Agony en su versión Pc con un código proporcionado por la distribuidora.

6

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.