Armas mojadas...

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Visualmente, nos encontramos sin dudarlo ante un título de primera generación de la consola, y eso siendo generosos. Los personajes no poseen un grado de detalle muy alto, y aunque las opciones de personalización son muy variadas en cuanto a vestuario, pinturas de camuflaje, cascos, etc., no dejamos de tener la sensación de estar viendo una poligonización básica. Y esto se nota sobre todo en las texturas y en las animaciones. Tanto los personajes como los escenarios poseen un texturizado bastante mejorable, aunque contamos en ocasiones con mapeados de alta resolución, pero en puntos muy concretos. Además, la corrección de perspectiva es molesta en muchas ocasiones, así como el paso de texturas de una resolución a otra muy cerca de nuestro personaje de forma muy visible. La aparición de jaggies dificulta la visualización a larga distancia de posibles enemigos. También veremos que el engine gráfico hace aparecer objetos secundarios de forma brusca delante de nosotros, y no precisamente elementos pequeños, aunque esto no es muy habitual pero sí pasa en alguna ocasión. Son defectos que lastran la experiencia de un juego donde estar atentos a cualquier mínimo movimiento es indispensable, y eso no habla precisamente bien del resultado final. Aunque no son los únicos defectos que posee el juego a nivel técnico…

Las animaciones de los personajes y el motor físico tampoco están a la orden del día. Podemos tirar unas granadas junto a unas sillas y una mesa -por ejemplo- y no veremos rastro de onda expansiva, así como podemos saltar desde una altura más o menos reseñable y el personaje caerá sin ninguna seña que dé muestras de peso al caer. Pero lo peor son las muertes de los personajes, totalmente surrealistas que pueden quedar en posiciones grotescas que escapan totalmente a cualquier lógica de movimiento de las articulaciones, así como unas físicas ragdoll que a día de hoy se pueden considerar totalmente obsoletas. El modelado de las armas y de los escenarios puede ser lo mejor del apartado visual, así como la aplicación de la luz y algún efecto gráfico como la distorsión por calor. Las armas se muestran bastante detalladas dado su tamaño en pantalla, mientras que los escenarios han sido diseñados de forma excelente para las escaramuzas y los flanqueos en equipo. No poseen un grado de detalle muy alto, pero su amplitud y sus posibilidades sí merecen nuestro reconocimiento. Tanto los mapeados interiores como los exteriores son un ejemplo a seguir para cualquier juego militar que pretenda divertir.

La aplicación de la luz tanto diurna como nocturna también cumple bastante bien, aunque se podría mejorar en cuanto a sombreados. En cuanto a los efectos gráficos presentes, unicamente encontramos destacables algunos momentos, que tampoco son 'el no va más', pero que cumplen sobradamente. Mientras, la gestión de partículas en el humo o en las explosiones son muy mejorables, mostrándose muy simples y poco trabajados. En resumen, SOCOM: Confrontation se lleva un notable no precisamente por su apartado técnico. Está claro que es un juego visualmente muy mejorable, con pocos aciertos y con muchos conceptos por mejorar a nivel gráfico. Sus puntos más flojos son las animaciones de los personajes y un motor físico poco trabajado, mientras que en el plano positivo podemos hablar de un diseño de niveles muy bueno y algunos efectos gráficos que sí cumplen su cometido. Si este apartado tuviese el mismo nivel que su jugabilidad, estaríamos hablando de otra cosa…

Tendremos que tener en cuenta al mismo tiempo el peso que nuestro soldado soportará con todo el equipo encima. Es decir, el peso de las armaduras, armas y explosivos redundará en nuestra capacidad de maniobra y de velocidad de movimientos. Llevar un bazooka como arma de explosivos y una armadura muy pesada nos hará tremendamente poderosos pero al mismo tiempo muy lentos si queremos huir. Por el contrario, una armadura ligera y unas armas de corto alcance pero con gran velocidad de tiro nos transformarán en peligrosos asesinos en escaramuzas cortas y rápidas, pero seremos muy vulnerables a casi cualquier tipo de ataque. Hay que destacar que el juego de Slant Six Games incluye posibilidades para el sensor de movimiento del sixaxis, para poder mirar por las esquinas o al tirar las granadas, que podemos lanzarlas por alto de la forma clásica o por bajo para pasar por debajo de coches u otros objetos que nos están impidiendo atacar a un enemigo. Son detalles que añaden variedad y profundidad a las acciones que se ven durante el juego. También posee vibración para el DualShock3, aunque este punto casi no debería ser necesario ni reseñarlo a día de hoy.

Para disfrutar del juego tendremos 6 mapas con dos variaciones cada uno (tamaño pequeño y grande para los dos tipos de juego, más de acción o más estratégico). Algunos mapas son de anteriores juegos, aunque adaptados al nuevo motor gráfico (aunque esto no sea precisamente un punto positivo por el escaso poder mostrado por este engine). En total, 12 escenarios que nos permitirán disfrutar de partidas que podremos configurar en multitud de puntos (respawn, armas restringidas, nº de muertes, tiempo de juego, modos de juego, etc...). Los modos de juego nos llevan por 'Partida Rápida', donde podremos elegir tres tipos de juego donde dos de ellos no permiten respawn (algo totalmente ilógico, ya que la partida rápida es sinónimo de diversión directa y que dos de los modos de juego nos puedan hacer mirar bastante más tiempo que jugar es un grave error). El modo 'Desplegar' nos permitirá crear o unirnos a partidas ya con equipos y rangos. Dentro del apartado 'Comunidad' podremos crear nuestro clan o introducirnos en uno ya creado, así como ver mensajes o a nuestra lista de amigos. El modo 'Historial' no será más que el lugar donde ver nuestras estadísticas, medallas, objetivos y requisitos logrados para subir de nivel.

Encontraremos 7 modos de juego: Supresión, aniquilación, demolición, brecha, extracción, escolta y control. Cada uno de ellos nos pondrá dentro de unas directrices que, básicamente, son deshacernos de nuestros enemigos para poder cumplir los objetivos marcados. La continua comunicación con nuestros compañeros es primordial para saber la situación y la posición de los enemigos, así como para comunicarnos los distintos movimientos realizados para la consecución de la misión (rehenes liberados, captura del objetivo, colocación del explosivo, etc). No podemos dejar de recalcar que, dentro del género bélico táctico, SOCOM: Confrontation es un buen juego. Si jugamos en equipo y formamos parte de un comando bien estructurado (soldados de apoyo a larga distancia, otros con gran poder de fuego, otros con gran velocidad para montar emboscadas,...) podremos disfrutar de partidas auténticamente tensas y divertidas. Además, distintamente a su salida en territorio USA, se han corregido muchísimos errores y bugs que aparecían al conectarse, con mucho lag y con saltos bruscos que hacían del juego algo muy frustrante. En las partidas que hemos podido probarlo, no hemos notado nada de lag y la suavidad era la nota predominante.