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Skylanders: SuperChargers

Skylanders: SuperChargers

  • PlataformaXBO8WiiU8IPDAND3DS8PS38360PS48
  • GéneroAventura, Acción
  • DesarrolladorActivision
  • Lanzamiento25/09/2015
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol

Skylanders Superchargers

Si a la fórmula Skylanders le añadimos unas gotas de Mad Max Fury Road/Mario Kart tenemos como resultado la entrega de este año, un cocktail de acción sobre ruedas que se convierte en la entrega más variada a nivel jugable de toda la serie.

Actualizado a

En un año en que la fórmula de Juguetes + Videojuegos se ha puesto particularmente competitiva, con el gran Disney Infinity 3.0 en su mejor entrega y un LEGO Dimensions que Warner nos ha escatimado en España pero cuyo éxito en el resto del mundo ha sido espectacular, Activision tenía un desafío considerable con la serie que precisamente dio pie a esta forma de juego. Skylanders no sólo tenía que competir contra dos rivales -3 si contamos los amiibo-, sino contra sí misma y demostrar que tras las trampas de Trapt Team aún le queda algo de magia en el sombrero. ¿Ha sido así? Rotundamente sí, porque este año la diversión viene sobre ruedas.

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Empezamos por lo más llamativo: Un Starter Pack que trae una base ‘motorizada’ –literalmente tiene forma de motor-, dos figuras de enorme calidad y detalle que sólo hay que tener en las manos para comprobarlo, y un vehículo que cumple su función ingame tanto como su función extra, ya que con sus ruedas móviles lo hacen ideal para que el público base de esta serie pueda seguir jugando con él una vez mamá les apague la consola y los mande a jugar con sus muñecos y dejarse de tanta TV. Lo bueno es que si encima somos nintenderos y compramos Skylanders Superchargers para Wii U o Wii tendremos o una figura de Donkey Kong o una de Bowser que por cierto ambas también pueden usarse como amiibos.

Vale, conectamos la base, que también tiene espacio para una de las trampas de Trapt Team. La verdad es que a nivel de juego en sí poco nos aporta –no podemos usar el enemigo atrapado-, aunque añade su carta al mazo del juego de cartas Skystone Overdrive del que hablaremos más tarde. Desde su pantalla inicial, con el logo arrancando, hasta su intro conduciendo por un túnel de realidad difuminada, Superchargers empieza de forma intensa y deja claro un elemento que nos ha encantado: El culto a los coches. No es solo que se han añadido para enriquecer el gameplay, sino que tenemos mecánicos, mejoras, carreras, pistas de pruebas, y un sentimiento de que la fórmula Skylanders se ha mezclado con Mario Kart tanto como con la influencia de Mad Max Fury Road en cuanto a motorizar elementos en pantalla –soberbio el menú inmediato de personalización/skills del coche en tiempo real.

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Como siempre en la serie, la historia que nos cuenta es más bien secundaria, pero esta vez está más trabajada que la de Trapt Team por ejemplo. Sí, Kaos “el calvorota” –como lo llaman- hace de las suyas de nuevo, pero Vicarious Vision usa una narrativa sencilla de entender pero que hila bien los mundos que visitamos y las mecánicas que usamos en sus alrededor de 10-12 horas que nos puede durar el modo Campaña de un tirón, con un solo vehículo y sin muchas sidequests. Niveles divididos a su vez en varios capítulos, estos últimos no son precisamente largos, pero quien no se deje llevar por su avance lineal y explore un poco los escenarios –los puzles de chispas están de vueltas y siguen siendo divertidos- se encontrará  con las misiones secundarias/minijuegos más variadas de toda la saga, por lo que junto al avance principal de acción brawler o de disparos –según el skylander que usemos-, plataformas y conducción consiguen que el gameplay se mantenga fresco y no termine en la reiteración, aunque las partes en coche con la cámara libre no se manejen tan bien como con la cámara detrás.

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Y hablando de mundos, lo cierto es que la visualización y objetivos en cada uno merecen nuestro interés, porque tan pronto estaremos intentando pelear y saltar por un barco oscilante cargado de explosivos que van moviéndose a su compás, como en mitad de arenas de combate con enemigos que abatir, usando rayos que aumentan/disminuyen el tamaño de personajes y armas, plataformeando pero con el coche, o conduciendo a toda velocidad por la espalda de un enorme dragón alado al estilo de Son Goku recorriendo el camino de la Serpiente en Dragon Ball. El único ‘pero’ que les ponemos es que que para disfrutarlos al 100% necesitamos hacer desembolso extra, aunque al menos no en un skylander de cada clase esta vez. En nuestro Starter Pack viene un vehículo de tierra y dos figuras, de sobra para pasarnos el modo historia, pero esto sólo nos da acceso a 1/3 de las misiones y pruebas disponibles en cada mundo, siempre dividido en una fase de tierra, otra de aire y otra marina. Con comprar un vehículo de aire y otro de agua ya tenemos vía libre a todas, y aunque requiere eso, de gastar más para disfrutar más el juego, no hace falta tener que invertir en un skylander de Vida, otro de Agua, etc.

Por supuesto la fórmula es sencilla –está claro el público base de esto- y la jugabilidad adaptada con puzles poco complicados y una subida de nivel y leveleo de las skills de personajes bien explicado, pero el acierto de su cooperativo está en la diversión que supone que un usuario maneje el vehículo y otro se encargue de las armas. La academia Skylander está de regreso, conformando un hub central no tan vasto ni lleno de cosas como el de Disney Infinity 3.0, pero sí con las suficientes para tenernos entretenidos. Tenemos carreras con campeonatos a lo Mario Kart, otras con objetivos especiales, zonas de pruebas para probar las personalizaciones y el rendimiento con nuevas piezas de los coches –un toque a la cruceta y se desplegará un menú en tiempo real de personalización tan intuitivo como conseguido-, arenas de combate, extras en forma de audiarios que escuchar, un entorno de red en el que jugar online con amigos de nuestra lista y retarlos a una carrera –sin chat de voz si son desconocido, buen toque del estudio-, la opción de poder ‘customizar’ la academia en sí añadiéndole elementos visuales como una cama elástica.

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Los campeonatos que podemos disputar –con su propio acceso directo en el menú para reseñar su importancia- son carreras al estilo Mario Kart, con escenarios con elementos cambiantes entre una vuelta y otra que merecen mucho la pena si queremos darle un descanso al modo historia. Pero lo mejor es que vuelve las Skystones, ese juego de cartas con mazos que podemos hacer nosotros al estilo Magic que lleva en la serie desde el Giants de 2012 aunque se perdió la entrega Swap Force, y que por sí solo constituye una mecánica que disfrutar y que a poco que nos dejemos vicia. En el multijugador tenemos el acierto de la pantalla partida en local y de 2 a 4 online.

Visualmente, y ya con la serie asentada en la Next Gen, Superchargers entra desde su mismo inicio por los ojos desplegando un colorido, diseño y estilo artístico al nivel de un film de animación CGI de calidad como son también los Ratchet & Clank de Sony. Es cierto que los escenarios a veces son muy cerrados, pero a cambio la cámara nos da panorámicas a gran escala y calidad constante en las animaciones, siempre buscando un toque novedoso a la par que traer personajes que los fans ya conocen.

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Y sonoramente el juego es aún mejor, ya que tenemos un doblaje profesional de enorme calidad en castellano que disfrutar y que detalla cada cosa a los niños para que se enteren bien, además de los toques de humor constantes. Y una BSO del veterano en la serie Lorne Balfe, entrenado y protegido por el mismo Hans Zimmer –junto al que ha firmado COD Modern Warfare 2 e intervenido en Crysis y algunos Assassin’s Creed-, que esta vez aparca la orquestalidad de Trapt Team a un lado y nos regala un ‘score’ variado y adaptado a cada ecenario, pero muy centrado en la electrónica y los tempos acelerados para la acción, destacando el subidón que el tema de los Superchargers mete cuando estamos al volante de los coches.

8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.