Sly Raccoon, Impresiones (PlayStation 2)

Un talentoso ladrón enfrascado en la búsqueda de un libro en el que están contenidos los mayores secretos de su milenaria profesión. Hasta aquí todo parece más o menos normal, pero si os decimos que el delincuente en cuestión es un animal, literalmente, ¿qué pensaríais? Éste es el argumento de Sly Raccoon, la última locura del binomio Sony Entertainment América y Sucker Punch production, un título del que, aunque no llegará a nuestro mercado hasta enero del año que viene, ya disponemos una versión demo. Gracias a ella os podemos ofrecer nuestras primeras impresiones.

En el octavo cumpleaños de Sly, una panda de malvados ladrones irrumpe en la casa del mapache y se hace con el Thievius Raccoonus. No contentos con su fechoría, deciden dividir el valioso documento en 5 partes y esconderlas en otros tantos lugares. Sly juró venganza y ahora, 10 años más tarde, está decidido a devolver el honor a su familia sea como sea. Y la mejor forma de hacerlo, cómo no, es recuperar todos los trozos del libro y unirlos de nuevo.

Para empezar, parece que el nivel de detalle es superior, tanto en las texturas como en los escenarios. En cuanto a los movimientos, no encontramos nada especialmente innovador, aparte de la enorme velocidad a la que el motor gráfico es capaz de trabajar sin que las ralentizaciones hagan acto de presencia. El colorido es muy acertado, y va en consonancia con el look cartooniano que preside todo el apartado visual.

Las fases están concebidas como enormes extensiones de terreno que podremos recorrer con entera libertad, con la única salvedad de los problemas en los que nos meterán los enemigos que pueblan esas tierras. Como cabría esperar, a los susodichos energúmenos parece que no les ha sentado muy bien eso de que Sly venga a robar lo que legítimamente le pertenece por derechos familiares. Pero bueno, nada que un buen golpe de hoz, el arma favorita de Sly, no pueda solucionar. Eso sí, tendréis que ir con cuidado con determinados personajes, pues sus ataques son rapidísimos y la energía del protagonista bastante limitada, por lo que si no andáis con ojo la partida acabará en un abrir y cerrar de ídem.

No es la unica similitud entre el título de Konami y el que nos ocupa en estos momentos. Las torres de vigilancia, con sus inquisidores faros, son un elemento que los de Winning Eleven ya usaron en la primera entrega de las aventuras de Solid Snake en PSX. En cualquier caso, es evidente que la obra de Sucker Punch Interactive no va por los mismos derroteros que el calificado-por-algunos simulador de espionaje perfecto. Por el contrario, Sly Raccoon se nos antoja más como un plataformas con toques aventureros cuyo planteamiento directo y sin tapujos está llamado a crear escuela entre sus compañeros de género. Tiempo al tiempo.