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Mount & Blade: Warband

Mount & Blade: Warband

Más monturas y espadas

Llega la espera segunda entrega de Mount & Blade, que promete cumplir con los deseos de todos los seguidores de este simulador gracias al nuevo modo multijugador. Descubre con nosotros lo que te espera en tu vuelta a Calradia.

Actualizado a

Desde que Paradox tuvo a bien dar apoyo a TaleWorlds, el desarrollo de Mount & Blade se ha visto acelerado hasta llegar a tocar aspectos que muchos creían inalcanzables. Aunque es justo decir que el juego tampoco ha sufrido un cambio radical que lo haga merecedor de muchos galardones, el ritmo alentado por la productora ha conseguido hacer realidad algunas de las características que los seguidores llevaban pidiendo desde hace tiempo.

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Este es el principal motivo del lanzamiento de Mount & Blade: Warband, la secuela que acaba de llegar a las distribuidoras digitales. Sería erróneo denominar este título como una expansión del simulador de combates medievales más logrado de la escena indie, puesto que ni es necesario poseer el juego anterior ni continúa con ningún tipo de línea argumental expuesta durante el mismo. Aunque muchos pensaban que nos encontraríamos ante una ampliación del título de TaleWorlds, en lugar de ello se nos ofrece un nuevo producto completamente independiente que recoge toda la esencia de Mount & Blade. Pero… ¿justifican los nuevos contenidos esta decisión?

La primera innovación en M&B: Warband, y la que más ilusiones ha despertado entre los seguidores del juego, es la inclusión del modo multijugador. Este primer acercamiento de Mount & Blade al juego en red se limita a la posibilidad de participar en batallas donde los ejércitos están formados por otros usuarios, y no se ha previsto que podamos compartir aventuras con nuestros amigos usando el título a su manera tradicional. Es justo reseñar que TaleWorlds no hizo promesas falsas en este sentido y lo que se ofrece es exactamente lo que se había anunciado, aunque no por ello tenemos que negarnos a soñar con una futura implementación de dicha característica.

Para los que ya conocen el estilo de juego, la parte de multijugador incluye algunas diferencias al respecto. En primer lugar, contamos con distintos tipos de partida: asedio, conquista, captura la bandera y enfrentamiento por equipos. Ninguno de ellos difiere demasiado de los modos que se pueden disfrutar en otros títulos con opción de partida en red, salvo por el hecho de ponernos en el pellejo de un soldado medieval que solamente cuenta con su destreza con la espada o su puntería con la ballesta. Por otro lado, exceptuando la captura de banderas, las batallas en red resultarán muy familiares para todos los que hayan tenido la oportunidad de probar Mount & Blade con anterioridad... pero junto a otros 63 usuarios.

Lo primero que tendremos que hacer a la hora de unirnos a un servidor, es escoger nuestro bando. Las facciones disponibles son las mismas que en el modo para un jugador: Swadia, Vaegir, Nord, Rhodok, Sarranid y Khergit, así como el árbol de tropas. Lo siguiente será elegir el tipo de soldado que queremos encarnar, entre infantería, arqueros o caballería. Con esto ya estaríamos listos para empezar a combatir, pero hay algo que muchos echarán de menos… ¿qué ocurre con mi equipo e inventario? Bueno, no hay mucho problema porque cada tropa de cada bando comienza con una serie de armas y armaduras predefinidas… aunque quizás seas uno de esos que prefiere escoger la espada más devastadora y olvidarse de llevar un escudo.
Por este motivo, cada jugador comenzará con una cantidad de monedas que pueden canjearse por alguna de las distintas piezas de equipo disponibles. Es posible seleccionar entre distintos yelmos y protecciones para la cabeza, armaduras para el torso y las piernas, guantes, botas y montura, así como escoger 4 armas distintas (al igual que durante una partida de un solo jugador) Eso sí, la suma total del coste de nuestros objetos no puede superar la cantidad de monedas disponible, y dependiendo del tipo de tropa que seamos podremos acceder a unos elementos u otros. La única manera de conseguir más dinero es mediante la derrota de enemigos y el cumplimiento de los objetivos de cada enfrentamiento.

Claro que, seremos penalizados por cada vez que caigamos en combate, de manera que sobrevivir puede ser un aliciente mayor que causar bajas. A fecha de hoy es muy difícil encontrar partidas donde la gente se organice con verdadero criterio, siguiendo cierta táctica en función del soldado escogido, lo que termina derivando en un todos contra todos a golpe de espada. M&B: Warband no es más sencillo que su predecesor, y al igual que en éste es muy importante saber cuándo hay que defenderse o atacar. El mejor guerrero no puede estar repartiendo mandobles siempre, y recuperar la posición para asestar el siguiente golpe siempre nos dejará indefensos durante unos segundos.

Pero no todas las mejoras se engloban en el modo multijugador, y también encontramos alguna que tiene que ver con el desarrollo de la historia en las partidas que juguemos nosotros solos. Se ha mejorado el sistema de diplomacia, y en M&B: Warband podemos llegar a convertirnos en reyes de alguna facción existente o de la nuestra propia. Hay que recordar que esto era imposible en la versión anterior, donde teníamos que conformarnos con llegar a ser vasallos de cualquier otro gobernante. Gracias a las mejoras en el sistema de nobles y vasallaje, podremos dirigir todo un territorio bajo nuestro criterio, recogiendo impuestos y tomando ciudades y fortalezas para nuestro propio beneficio.

Dentro de estas posibilidades se ha incluido la de contraer matrimonio con alguno de los personajes no jugadores que iremos encontrando en nuestros viajes. Este enlace puede producirse tanto por amor como para conseguir escalar en el camino de ascenso al trono. Por otro lado, entre las facciones nos encontramos con una nueva: los Sarranid. Se trata de un reino que mezcla conceptos del Al Andalus con conceptos culturales de las civilizaciones occidentales, si bien su aspecto tiende mucho más al de las tropas árabes. Su mejor baza es la infantería ligera, aunque no tienen ningún punto realmente fuerte ni ninguna debilidad destacable. Se trata de una elección media, perfecta para todos los que deseen cambiar.

Otra diferencia respecto a su antecesor es que a la hora de comenzar una nueva partida no tendremos porque empezar en territorio neutral. Al terminar de escoger entre las distintas elecciones de trasfondo de nuestro personaje, se nos dará a elegir entre una lista de caravanas que se dirigen hacia los distintos reinos disponibles en el juego. De esta manera podremos unirnos a una facción, o comenzar a trabajar para ganarnos su respeto, desde nada más iniciar la partida. Por otro lado, los elementos de inventario característicos de cada bando nos quedarán mucho más cerca, y es que esta suele ser una de las principales razones por las que los aventureros acaban viajando días enteros.
A nivel gráfico, M&B: Warband hace uso del mismo motor, si bien las animaciones se han depurado. Para evitar la sensación de que los movimientos eran demasiado rígidos y forzados, los esqueletos de los personajes doblan mucho más las extremidades a la hora de preparar y asestar golpes… lo que puede resultar extraño para los asiduos a este simulador. El efecto termina siendo el mismo, y no se han añadido nuevas combinaciones a la hora de atacar, salvo la posibilidad de alternar ciertas armas entre su modo cuerpo a cuerpo o a distancia. También podemos observar ciertas mejoras en la interfaz de usuario, embellecida y con nuevos indicadores para la salud de nuestra montura y el estado del equipo.

Llega el momento de hacer referencia a uno de los aspectos más importantes del título: sus modificaciones. Es imposible saber las consecuencias del cambio dentro de la comunidad de ‘modders', aunque todo parece apuntar a que las posibilidades incluidas con Warband permitirán a los desarrolladores realizar trabajos mucho más esmerados que antes. Todavía no se sabe si será posible modificar las bases de las animaciones o cambiar sustancialmente el tamaño del mapa para dar cabida a más ubicaciones y reinos, y hasta donde pueden llegar los ‘scripts' programados por usuarios. De momento, habrá que esperar para instalar alguna muestra del trabajo de este fantástico grupo de seguidores.

Con todas estas cartas sobre la mesa, es imposible calificar M&B: Warband como una mejora sustancial del primer juego. Todas las nuevas características solamente sirven para contrarrestar la justificada sensación de que algo no está bien hecho. Nos encontramos ante un título del mismo corte que su antecesor, y es difícil comprender que sea necesaria la compra de un producto completamente nuevo por el simple hecho de disfrutar de partidas en red. Esta implementación podría haberse incluido con una verdadera expansión o actualización, así como los nuevos contenidos a los que hemos hecho referencia, y no necesariamente con un nuevo desembolse completo por parte de los usuarios que ya habían adquirido Mount & Blade.

También podría haberse aprovechado para mejorar algunos de los aspectos menos atrayentes del título, comenzado por el mapa general. Las animaciones siguen pareciendo pobre si las comparamos con el simulador de batallas, y la cantidad de elementos y opciones parecen escasas. Sin embargo, TaleWorlds ya anuncia la futura expansión de Mount & Blade, que bajo el sobrenombre de With Fire & Sword incluirá un entorno histórico documentado y armas de fuego… ¿Tendremos que esperar a su lanzamiento para poder ver más correcciones en el sistema de juego? Esperemos que TaleWorlds no se olvide de sus orígenes y no cometa el error de defraudar a los usuarios que tanto apoyo les han dado.

Porque la realidad es que a pesar de ganar muchos enteros con el añadido multijugador, la carencia de modificaciones (pilar fundamental del juego) y el hecho de que algunos de los cambios incluidos podían conseguirse gracias al trabajo por libre de algunos usuarios, provocan suficientes dudas a la hora de adquirir el juego. M&B: Warband es un buen título, pero sobre todo porque Mount & Blade era un buen título. Y si no le cuesta mucho ponerse a la altura de su predecesor en lo que a apoyo de sus seguidores se refiere, entonces será una compra que valga realmente la pena.

8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.