Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA
Alwa's Awakening

Alwa's Awakening

  • PlataformaPS4PC8NSWXBO
  • GéneroAcción, Plataformas
  • DesarrolladorElden Pixels
  • Lanzamiento02/02/2017 (PC)27/09/2018 (NSW)05/11/2019 (PS4, XBO)
  • TextoEspañol
  • EditorElden Pixels

Análisis de Alwa's Awakening

Alwa's Awakening es la ópera prima de Elden Pixels, un estudio sueco formado por cuatro desarrolladores con ganas de regresar a la era 8-bits. Acción, plataformeo y puzles se dan la mano en una aventura como las de antes.

Actualizado a

Uno de los mayores problemas de intentar evocar nostalgia mediante una creación nueva es la contradicción que eso supone: podemos tener apego especial por un juego, una consola o una generación que nos pilló en un momento propicio para dejar su impronta, pero eso no significa que podamos aislar sus características principales, recrearlas en otras circunstancias y conseguir la misma reacción. El contexto tanto de la industria, con sus evoluciones y tendencias, como del propio jugador (que puede discurrir de forma paralela o marcar su propio rumbo), es un factor vital sobre el que el desarrollador no tiene control. Toma como ejemplo el patio de recreo en el que jugabas entre clases. Aunque pueda ser un pensamiento amargo, lo cierto es que no hay manera de recapturar esa sensación. No es una simple cuestión de niños jugando con niños, también es la ausencia del bagaje, esa mochila llena de conocimientos, decepciones y responsabilidades que todos terminamos por cargar a nuestras espaldas.

Vale, no hace falta ponerse tan dramático para hablar de un juego, y más si se trata de uno bueno como Alwa's Awakening. Pero no sobra reflexionar sobre cómo esta clase de retroceso generacional, cuyo reclamo se suele dar por sentado, es una decisión más complicada de sacar adelante de lo que su humilde apartado audiovisual sugiere. Es fácil conseguir una buena primera impresión construyendo algo que se vea, se escuche o incluso se juegue como si hubiese salido de un almacén con juegos olvidados de NES, pero a la vez también es muy difícil conseguir ese mismo tipo de respuesta una vez salimos del nivel superficial y debe atraparnos con lo que hay debajo. Del mismo modo que los portentos técnicos pierden su capacidad de impacto una vez nos habituamos al listón gráfico que marcan, la mejor recreación de la artesanía 8-bitera no puede evitar la llegada de ese momento en el que nos preguntamos por qué algo deliberadamente arcaico merece nuestra atención cuando no existe apego previo ni restricciones que le impidan ser más de lo que es.

Ampliar

Despertando en Alwa: El valor de la sencillez

La primera respuesta posible es que por encima del apego hacia nombres concretos existe una filosofía unificadora que conecta juegos que hemos jugado, juegos que no, y juegos que aún están por salir. La época de NES (y por extensión la de otras consolas 8-bits como Master System o Turbografx) no sólo se define por la paleta de colores o los sprites que se podían poner en pantalla, sino también por una sencillez que ha adquirido un valor retroactivo por culpa de los excesos que le sucedieron en las generaciones posteriores. Alwa's Awakening no nos recibe con secuencias de varios minutos ni tutoriales que corten el ritmo o casi se puedan alargar hasta la segunda sesión de juego. Sí se nota una mano un poco más actual a la hora de exponer parte de la información, pero la auto-restricción predomina, y pronto hace suya la máxima de que el mejor método de aprender a jugar es jugando.

Elden Pixels se muestra amistoso con las audiencias modernas (aunque es recomendable tener unas nociones básicas de inglés), pero evita los textos siempre que el diseño de niveles pueda hacer su trabajo y nos invite a saltar, empujar bloques, flotar sobre burbujas o movernos por un entorno que pronto se abre en varias direcciones sin llevar al jugador de la mano porque confía en su inteligencia. El objetivo central, buscar y derrotar a los cuatro jefes repartidos por la laberíntica tierra de Alwa, se establece al poco de empezar. Lo mismo ocurre con el mapa que dibuja de forma automática cada pantalla que visitamos, y que además marca en todo momento la ubicación de dichos jefes, perfilando un desarrollo que amenaza con pecar de obvio y facilón en los primeros compases. El plataformeo no es exigente y la mayoría de enemigos comunes caen al primer golpe, creando una sensación de falsa seguridad que el juego tarda tiempo en revertir. Es la licencia más cuestionable, si bien comprensible, que se toma Alwa's Awakening antes de revelar su verdadero potencial.

Ampliar

The Legend of Megametroidman: En busca de la identidad

Y es que otro de los problemas a los que se enfrenta un juego de aroma añejo como Alwa's Awakening es la búsqueda, consciente o inconsciente, de las obras pasadas a las que debe sus ideas, poniendo en riesgo su individualidad en el proceso. No importa lo bien diseñado que esté un mapa, o cómo implemente el backtracking mediante la adquisición de mejoras, porque la sombra de Metroid (más grande que el propio juego) siempre estará presente. Algo parecido sucede con los jefes, que nos encierran en un cuarto para forzarnos a dar con la forma más segura de evitar sus ataques y bajar su barra de vida mientras pensamos en Mega Man. O con esas puertas tan zéldicas, que nos obligan a buscar sus correspondientes llaves a varias pantallas de distancia. Alwa's Awakening es solvente ejecutando esas y otras mecánicas familiares para los fans de lo retro (y no tan retro), pero no se convierte en algo realmente destacable hasta que las fusiona con las suyas propias y se quita los ruedines de aprendizaje para poder exprimirlas.

Si echamos un vistazo a Shovel Knight, uno de los grandes referentes en esto de reintroducir la mentalidad y puesta en escena 8-bitera en la actualidad, más allá de su exitosa mezcolanza de influencias puso sobre la mesa una identidad propia que conseguía calar desde la primera sesión gracias al diseño de su protagonista, el inusitado uso de una pala como arma y una banda sonora con más propiedades energéticas que la taurina. Alwa's Awakening, por el contrario, carece de ese golpe inicial. Por un lado es agradable contar con una heroína: la joven Zoe, enviada desde otro mundo para salvar Alwa, resulta adorable con su capucha lila y sus saltos de conejo con las dos piernas juntas. Pero ni ella ni su bastón, limitado de inicio a golpear a los enemigos como si de una espada se tratase, consiguen marcar grandes diferencias con muchos juegos de NES. Por suerte es una fase, y mientras que Shovel Knight funciona como un sprint que te da lo que buscas al instante, Alwa's Awakenig es un corredor de fondo que se dosifica para llevarte poco a poco hacia un punto al que a lo mejor ni sabías que querías llegar.

Ampliar

Bloques, burbujas y rayos: Sacando partido al bastón mágico

El entramado de zonas que dan forma a Alwa alberga diferentes ambientaciones, NPCs con los que charlar, multitud de secretos por descubrir y melodías alegres para escuchar mientras lo hacemos (a pesar del tono ligeramente lúgubre del mundo, nunca se pierde el gusto por esa viveza made in NES). Pero si algo hace que Alwa's Awakening deba ganarse un sitio en nuestra colección es la manera en la que el bastón de Zoe evoluciona el plataformeo y los puzles a medida que adquirimos nuevas habilidades. Si bien la acción se mantiene en un segundo plano, convirtiendo a los enemigos en obstáculos que mitigan la rutina y añaden una capa extra de tensión cuando tenemos poca vida, las magias son las que de verdad enriquecen las posibilidades en el movimiento y la resolución de situaciones. Su número se limita a tres, y una de ellas (el rayo) se explota poco fuera de los combates (sirve para activar algunas puertas y mecanismos, aunque por norma se usa más para despachar enemigos desde la distancia), pero el estudio sabe sacar petróleo de los bloques y las burbujas.

La premisa inicial es simple: el salto de Zoe, aunque cómodo y preciso, en seguida se queda corto para alcanzar determinadas superficies, así que el juego introduce unos bloques verdes que podemos crear donde queramos para usarlos como apoyo. Es cierto que carecen de la inmediatez del típico doble salto, fuente de satisfacción en innumerables plataformas, pero a cambio ofrecen otras posibilidades como ser usados como escudos frente a proyectiles enemigos (indispensable contra algún jefe), crear puntos seguros en suelos espinosos, activar interruptores o incluso empujar objetos a los que no puede acceder directamente Zoe. Sin embargo, a pesar de esta versatilidad, los bloques también terminan por quedar desfasados, y es entonces cuando se introducen unas burbujas del tamaño de nuestra protagonista que nos elevan varios metros en el aire antes de explotar. Así se abre un plataformeo más vertical a la vez que se aumenta el nivel de exigencia por requerir control sobre un elemento en constante movimiento (opuesto a la naturaleza estática de los bloques).

Ampliar

Tras pedirnos comprender y dominar estas dos magias por separado, el estudio empieza a plantear situaciones que sólo podemos resolver si las encadenamos en cuestión de segundos, para luego a su vez combinarlas con el rayo, y para más adelante adaptarnos a nuevas variables como bloques que flotan sobre el agua o burbujas que ascienden de una pantalla a otra sin explotar. La escalada es continua, y varias horas después de empezar la partida no sólo nos enfrentamos a situaciones nuevas, sino también a pruebas mucho más desafiantes y divertidas que elevan a Alwa's Awakening de una competente recreación de la era NES a un gran juego que se sustentaría con cualquier otro estilo visual. Claro que aquí se podría debatir hasta qué punto esta curva de dificultad abarca más de lo que debe, ya que también crea extremos algo descompensados: para algunos jugadores el inicio puede ser aburrido por facilón; para otros, el final será casi imposible de alcanzar (como saltar de un Kirby a un VVVVVV en el transcurso de un solo juego).

Dado que este ascenso es gradual y el control está a la altura de las circunstancias (sobre todo si recurrimos a un mando, aunque algunas maniobras definitivamente requieren más práctica que otras), es una inconveniencia que se recibirá de diferente modo según la persona, no existiendo en algunos casos. Lo mismo ocurre con ciertos compases más crípticos, donde el juego nos hace rebuscar escenarios para dar con objetos escondidos a conciencia o incluso avanzar a través de muros falsos. Algo muy en línea con lo que muchos títulos de NES propusieran décadas atrás, pero que puede resultar frustrante para audiencias modernas que no se criaran en esas prácticas o no tengan ganas de volver a ellas. El juego nunca cae en el obtusismo más absoluto y es perfectamente posible completarlo sin recurrir a guías, pero desde luego requiere más atención de lo habitual, ya sea peinando cada zona, quedándose con los consejos de los NPCs o estudiando el utilísimo mapa que indica puntos de guardado, portales de teletransporte y las mejores rutas hacia las zonas que todavía nos faltan por visitar.

Ampliar

Deconstruyendo el desarrollo: El arte del sequence breaking

Obviamente es algo que variará bastante de persona a persona, pero la primera partida a Alwa's Awakening puede oscilar entre las 8 y las 12 horas en función de nuestra habilidad y lo minuciosos que seamos. Aunque ya de por sí es una duración muy respetable para un juego de estas características, los créditos no suponen el final de su vida útil si nos quedamos con ganas de más. Los amantes de las recolecciones (o los logros de Steam) tienen su aliciente extra, entre otros objetos, en los orbes, unas bolitas azules que además de incentivar la exploración fuera de los límites exigidos por el desarrollo principal, encuentran una bien pensada función práctica: cada cierta cantidad acumulada, la barra de vida de los jefes sufre un recorte antes de empezar el combate, ofreciendo así una importante ayuda para aquellos que se desenvuelvan bien con el plataformeo o los puzles pero se les atraganten estos encuentros (al igual que el resto del juego, su dificultad también escala de forma notable).

Aunque sin duda lo más interesante de cara a exprimir el juego es la presencia de técnicas avanzadas que permiten romper la ruta normal de avance (sequence breaking). Cuando antes comentamos el modo en el que los desarrolladores introducen las posibilidades de los bloques y las burbujas nos centrábamos en el itinerario estándar. Sin embargo, también existen irregularidades que se pueden explotar con la suficiente pericia, como por ejemplo crear un bloque en el aire y saltar sobre él para propulsarnos hacia un lugar para el que normalmente necesitaríamos la burbuja. Entre esto y las intrincaciones de los niveles, como atajos y paredes falsas, el desarrollo se flexibiliza e incentiva la experimentación, algo de lo que el propio estudio es consciente si el logro que consiste en acabar con el tercer jefe en primer lugar sirve como referencia. Después de necesitar al menos ocho horas para terminarlo que también nos reten a hacerlo en dos parece una broma, pero viendo que en la semana de su estreno ya hay gente consiguiéndolo en menos de una deja claro que Alwa's Awakening tiene gran potencial para los speed runs si su comunidad coge algo de tracción.

Ampliar
8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.