El estudio de Candy Crush recibe un toque de atención por su marketing "depredatorio"

El exito gigantesco de Candy Crush les permitió a los autores del juego, el estudio King, aumentar su tamaño y peso en el sector, aunque también aprovecharse de ello para poner en marcha tretas en cuanto a derechos de comercialización y marcas que recuerdan a las de la antaño poderosa Zynga, que llegó a valer más que EA y sus licencias en un momento dado.

Con prácticas como intentar registrar las palabras Candy y Saga y quedarse con sus derechos en Europa y Estados Unidos simplemente por aprovecharse de que su juego se llama Candy Crush, y amparándose en "la protección de nuestra IP y respetar las de otros", King ha visto como algunos de sus actos han sido reprobados por la IGA, la International Game Developers Association.

La IGDA, que se dedica a controlar y mediar en estos tema, ha declarado que "aunque comprendemos y respetamos el ejercicio apropiado de los derechos de marcas, el sobreintento de King solicitando aplicaciones para el registro de Candy Crush Saga, y sus esfuerzos predatorios de aplicar esa marca a cada palabra separada contenida en ese título, son opuestas a los valores de apertura y cooperación con los que ampliamente damos soporte a esta industria".

Esto además, contradice directamente el estamento King's CEO Riccardo Zacconi del 27 de enero, que fue creado por la IGDA después del caso de Scamperghots, que acusó a King de contratar a otra desarrolladora solo para clonarle su juego y lanzarlo con el nombre Pac-Avoid, algo de lo que la propia King habla en una carta abierta.

La IGDA "brindará pronto un análisis más comprensivo sobre este problema desde su perspectiva pronto de mano de nuestro Grupo de Negocios e Intereses Legales Especiales", aunque lo que aquí importa no es que se le regañe oficialmente a King de cara al público, sino que de verdad se le aplique un correctivo y unas medidas para que frenen sus prácticas abusivas.