Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA
Mr. Driller: Drill Spirits

Mr. Driller: Drill Spirits

  • PlataformaDS6
  • GéneroPlataformas
  • DesarrolladorNamco
  • Lanzamiento12/03/2005
  • TextoInglés
  • VocesInglés
  • EditorNamco

No te dejes perforar...

El taladro más famoso de Namco se ha propuesto acompañar a la Nintendo DS desde sus primeros días, y lo hace con un título fresco y divertido, aunque quizá poco original.

Actualizado a
Ampliar

La nueva portátil de Nintendo ya hace días que ha aterrizado en Europa con un completo plantel de hasta 13 títulos de todos los géneros: conducción, plataformas, minijuegos, puzzles... Y en este último encontramos varios exponentes muy distintos. Hace unos días analizamos Polarium y Zoo Keeper y hoy le toca el turno a Drill Spirit.

Ampliar
Ampliar

La saga de Namco, que se estrenara hace más de cinco años en PlayStation, sigue llegando a nuevas plataformas, y Nintendo DS no iba a ser menos. En todas sus entregas se han ido añadiendo nuevos detalles pero es en este salto portátil donde alcanza una revolución mayor gracias al uso de la pantalla táctil. Drill Spirits comparte la base de muchos puzzles: se necesita unir un mínimo de cuatro piezas del mismo color para que desaparezcan... pero la misión no es ésta.

Ampliar

Como el propio nombre del juego indica (to drill: taladrar) tendremos que ir destrozando a golpe de taladro metros y metros hasta llegar al final de cada fase. Habrá que tener en cuenta varios factores a lo largo de nuestro descenso. En primer lugar y fundamental, el consumo de aire. A medida que pase el tiempo , la barra irá bajando y si llega a cero se consumirá una vida. Habrá muchos bloques de distintos colores, pero para complicar el asunto encontraremos unos marrones que podremos destruir con varios golpes, pero si lo hacemos perderemos un 20% de aire, así que la mejor opción será esquivarlos... Siempre que sea posible.

Ampliar
Ampliar
Ampliar
Ampliar

Así, estaremos todo el rato buscando cápsulas de aire para recargar la barra y evitando los bloques marrones, con el peligro de que los bloques que dejemos por arriba puedan caernos en la cabeza, cosa nada recomendable, pues se nos restará una vida. Son muchos factores que nos harán mantener la tensión y la diversión frenética en cada pantalla.

Ampliar

g r á f i c o s
Como es habitual en el género, el apartado gráfico queda emplazado a un segundo término, limitándose a cumplir con su misión sin demasiados valores que desnivelen la balanza hacia el lado positivo o negativo. Los menús son muy curiosos y están trazados como si acabaran de ser dibujados, y al jugar con el stylus transmite una sensación de estar todo muy cuidado y hecho a mano. Todas las fases son completamente idénticas, a excepción de los primeros metros que podremos encontrar una Torre Eifel si jugamos el escenario de Francia o un una playa en el de Brasil.

Poco más podemos comentar en este apartado. Todo muy justo, sin nada que merezca mención especial. Las fases clonadas crean la ilusión de estar jugando siempre la misma pantalla, pudiendo provocar que pronto se vuelva repetitivo.

s  o  n  i  d  o
Otro detalle que pasa sin pena ni gloria. No le vamos a pedir que traiga el último éxito del reguetón, pero tampoco esperábamos una monótona melodía que casi te reta a quitar el volumen a los pocos minutos. Los efectos sonoros llegan a desesperar en algunos momentos. Cuando el depósito de aire roza el 20% de su capacidad, el personaje se empezará a poner azul para indicarnos que necesitamos oxígeno, y un estridente pitido no parará de sonar hasta que no lo consigamos. De nuevo, recomendable la opción de eliminar el sonido.

Ampliar

j u g a b i l i d a d
Donde un buen título de este género debe brillar de verdad es en jugabilidad, y Drill Spirits en un principio los tiene, pero el problema es que desaparecen demasiado rápido. Jugar con el Stylus resulta muy original, y al depender de la barra de oxígeno que no para de bajar, las primeras partidas son frenéticas y descontroladas. Sin embargo, en algunos modos de juego en los que necesitamos cierta precisión y rapidez, el lápiz táctil se queda corto, y vemos como la precisión aumenta si lo controlamos con el D-pad y los botones, pues nos vemos obligados a destruir bloques en las cuatro direcciones, y hacerlo con el stylus no da el resultado esperado.

Ampliar
Ampliar

Incluso en ciertas ocasiones habrá que hacer uso del botón X para disparar una bola de fuego o activar ciertas características especiales, y hacerlo con el lápiz en la mano, cambiando la posición, presionando, volviendo a la posición normal, presionando otra vez… Hasta que se nos caiga el Stylus y nos desesperemos… Habrá hasta seis personajes distintos con habilidades propias, como mayor velocidad, resistencia al primer aplastamiento o un consumo menor de aire. Los iremos desbloqueando durante el juego. También encontramos la tienda Driller, donde comprar extras muy jugosos, como mayor número de vidas iniciales, burbujas anti-aplastamiento o que cada cápsula de aire nos otorgue más oxígeno.

Ampliar
Ampliar
Ampliar
Ampliar

Modos de juego

  • Mission Driller: El modo de juego básico. Tendremos que ir descendiendo metro a metro hasta el límite de cada pantalla, desde los 200 metros de la primera hasta los 2 kilómetros de la última.
  • Pressure Driller: Sin duda el más divertido. Tendremos que acabar con una taladradora gigante que nos acecha desde la parte superior disparándole bolas de fuego. Para poder dispararle, además de las cápsulas de aire, tendremos que conseguir cápsulas de energía. Para disparar, habrá que hacerlo con el botón X, por lo que recomiendo jugar con el pad y los botones.
  • Time Attack Driller: Habrá que superar los niveles antes de que se agote el tiempo sin tener en cuenta el aire o el número de vidas, lo que garantiza partidas un ritmo endiablado y una diversión concentrada al máximo. Encontraremos bloques especiales que girarán horizontalmente la pantalla o rotarán 90º todos las piezas, así que hay que andar con mucho ojo, porque podemos acabar aplastados. Encontraremos fichas que nos restarán 05, 1 ó 2 segundos, fundamentales para llegar a la meta.
  • Dristone Driller: El modo más táctico y pausado. Aquí no perderemos aire por tiempo, sino por cada bloque que taladremos. Un bloque, un 1%. Si nos aplastan, perderemos el 20%. Durante todo el descenso encontraremos diamantes de diversos colores que nos dotarán de habilidades especiales, como mayor velocidad, más oxígeno, destruir ciertos bloques de un color. Una apuesta original e incluso algo estratégica.
  • Driller Race:  En él podréis enfrentaros a hasta 4 amigos/conocidos/yo-sólo-pasaba-por-allí. Un modo versus en el que, sorprendentemente y a diferencia de títulos como Ridge Racer DS, necesitaréis un cartucho por consola para poder jugar. Algo que sorprende dado el aparentemente simplista apartado técnico de este Mr. Driller...
Ampliar
Ampliar

c o n c l u s i ó n
Mr Driller: Drill Spirit es una apuesta distinta e interesante en el catálogo inicial de Nintendo DS, pero parece haber sido editado in-extremis, con la necesidad de tratarse de un título de salida de la portátil. Las primeras partidas son intensas y divertidas, y la fórmula funciona muy bien con la pantalla táctil. Pero a medida que avanzamos a lo largo del juego, vemos como todo se vuelve algo repetitivo y en las fases más frenéticas el lápiz resulta algo impreciso. Quizá si no hubiera más referentes en el género dentro del catálogo inicial de Nintendo DS, Drill Spirit sería una tentativa curiosa, pero queda irremediablemente por debajo del resto.

l  o    m   e  j  o  r

Ampliar
  • Variados modos de juego
  • Los extras de la Tienda Driller
  • La mecánica de la saga bien adaptada a la táctil

l  o    p  e  o  r

  • Imprecisión en las fases más frenéticas
  • Que el multijugador exija una copia por persona.
  • Niveles demasiado similares
  • Que ni tan siquiera venga traducido al castellano.
6

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.