Final Fantasy Dissidia, Impresiones
Nuestro corresponsal en Japón prueba lo más nuevo de Square Enix, Dissidia: Final Fantasy, un atípico juego de lucha en 3D que apunta muy alto. ¿Su carta de presentación? Gráficos de impresión, acción directa, un interesante argumento, y un 'look' muy cinematográfico. Una de las sorpresas de la temporada.
Nuestro corresponsal en Japón prueba lo más nuevo de Square Enix, Dissidia: Final Fantasy, un atípico juego de lucha en 3D que apunta muy alto. ¿Su carta de presentación? Gráficos de impresión, acción directa, un interesante argumento, y un 'look' muy cinematográfico. Una de las sorpresas de la temporada.
Dissidia es el nombre de la nueva propuesta de Square Enix para PSP dentro de la franquicia de Final Fantasy. El nombre de la cual empieza a ser sinónimo de repeticiones, versiones, 'remakes' y poquitas cosas nuevas. Pero con este nuevo juego parece que la compañía japonesa ha querido cambiar un poco el rumbo y crear algo que si bien no es revolucionariamente nuevo, sí que es un punto y aparte bastante significativo. Veamos.
Dissidia se puede englobar dentro del género de lucha en 3D, pero es algo más que eso. La propia Square Enix lo califica como 'acción progresiva y dramática'. Pero lo que está claro es que en este juego no nos vamos a encontrar las ortodoxias propias del género como los desplazamientos en horizontal por pantalla o las cámaras más o menos fijas. Todo lo contrario. La acción se desarrolla de una manera muy cinematográfica. Y el resultado final desprende aroma de la película 'Advent Children' por los cuatro costados.
La particularidad de Dissidia radica en la presencia de personajes, tanto héroes como villanos, de por lo menos las diez primeras entregas de la saga. Tenemos confirmados a Guerrero de Luz y Garland de Final Fantasy, Firion y el Emperador Palamecia de Final Fantasy II, Sefiroth de Final Fantasy VII, Squall Leonhart y Ultimecia de Final Fantasy VIII, Zidane (o Yitán) Tribal y Kuja de Final Fantasy IX, y Tidus de Final Fantasy X. Algunos pósteres publicitarios dan a entender que habrá otros personajes, como los Jueces de Final Fantasy XII. El propio productor, Yosuke Shiokawa, ha manifestado que habrá un mínimo de diez personajes jugables al inicio del juego y que existe la posibilidad de que haya algunos más desbloqueables u opcionales.
Uno de los rasgos más importantes de Dissidia es la presencia de una trama argumental que deberemos seguir para poder avanzar en el juego y así completar el desarrollo de nuestros personajes con nuevas habilidades y accesorios. La historia es la siguiente: Cosmos, la diosa del bien y el orden (nuevo personaje) se enfrenta por el control del universo a Chaos (el recordado enemigo final del primer Final Fantasy), el dios de la oscuridad. Cada uno de ellos invocará a personajes de la saga para defender sus intereses. Evidentemente, los héroes irán al lado de Cosmos y los villanos de Chaos.
Una vez puestos a los mandos de la consola, lo primero que salta a la vista es este título son dos cosas: la calidad gráfica y la ambientación cinematográfica. La primera es innegable. Si en este estado de desarrollo ya se ha conseguido una calidad que iguala e incluso supera al tremendo Crisis Core, nos atrevemos a decir que el producto final será la cumbre de todo lo hecho en PSP gráficamente hablando. Una maravilla visual. Por otro lado, y para conseguir la mencionada ambientación cinematográfica, el juego utiliza todo un sistema de cámaras y enfoques, además de efectos especiales y acrobacias de los personajes que hacen que a veces creamos estar reviviendo escenas de 'Advent Children'.
Los diseños de los personajes son de Tetsuya Nomura, diseñador de renombre entre cuyos trabajos figura la saga Kingdom Hearts. Nomura se ha inspirado, sin embargo, en el trabajo del genio creativo Yoshitaka Amano. La fuerza del trazo de Nomura se une a la belleza de los diseños de Amano. El resultado es increíble. Toda una delicia verlos en acción. Los escenarios todavía están un poco vacíos (suponemos que todavía tienen que seguir trabajando en ellos), pero cumplen perfectamente con su cometido. No desmerecen en nada al resultado final.
¿Y la acción en si? Bien, en la demo que hemos probado nos dejaban elegir entre el Guerrero de Luz, Firion, Squall y Zidane y podíamos elegir entre dos niveles de dificultad: 'normal' y 'hard'. Una vez seleccionado nuestro personaje, se nos informa de los puntos de experiencia para alcanzar el siguiente nivel. El objetivo de la lucha es dejar a cero el nivel HP de nuestro oponente.
Para ello tenemos que utilizar dos tipos de ataques: los normales, que ejecutamos con la tecla cuadrado, y el de 'Assist' (ayuda) que se ejecuta con la tecla círculo. El primero de ellos hace disminuir el HP de nuestro rival, mientras que el segundo hace lo mismo con el nivel de 'Brave' (valentía) que controla la fuerza o ímpetu con el que atacan los personajes. Si conseguimos que este nivel llegue a cero, tendremos un 'Brave Break' y seremos recompensados con una cantidad ingente de puntos en nuestro marcador 'Brave'.
También tenemos la barra 'EX' que iremos llenando a medida que recojamos objetos 'EX' que están diseminados por el escenario, unos más escondidos que otros. Cuando esta barra llega al límite, podremos realizar ataques sumamente devastadores contra nuestro adversario. Además de potentes, estos ataques son una sinfonía de colores, luces, y efectos especiales, muy en la línea de las invocaciones de la serie.
Como ya hemos comentado, el juego de cámaras es uno de los puntos fuertes del juego y para aprovecharlas, podremos por ejemplo enfocar nuestros ataques directamente a nuestro enemigo con el gatillo izquierdo, o controlar la cámara principal con la cruceta direccional. Con el gatillo derecho conseguiremos esquivar los ataques que nuestro adversario realice contra nosotros. A veces resulta un poco complicado hacerse con el sistema de cámaras, pero en general está muy bien implementado. Y sólo con ver el cinematográfico resultado ya vale la pena.
Una de las cosas que más se agradece es la libertad de movimientos que tenemos en el escenario. Nos podemos mover libremente por el, saltar, trepar y hacer todo tipo de piruetas acrobáticas. Podemos romper objetos (que después se regeneran poco a poco) y desplazar plataformas. A veces encontramos una especie de icono con forma de triángulo en alguna parte del escenario. Si apretamos esa tecla nuestro personaje realizará una pirueta.
Saltos imposibles, volteretas, y demás acrobacias dignas de una película de acción. Con esta tecla, podremos también subirnos por las paredes (literalmente hablando). Cuando termina la batalla se escucha la típica música de la victoria en Final Fantasy y se nos recompensa con la moneda oficial del juego, los 'gil', y con puntos AP. Y vuelta a empezar.
La sensación que nos deja después de unas cuantas partidas es inmejorable. Queremos jugar más. Y a una versión más completa. Lo que hemos visto hasta ahora nos ha dejado un excelente sabor de boca. Maravillosos gráficos, ninguna caída en el 'framerate', acción cinematográfica y un control relativamente sencillo. Pero sabemos por la información distribuida por Square Enix que esto ha sido sólo un aperitivo.
Dissidia es una agradable sorpresa dentro de la franquicia de Final Fantasy. Todavía no hay fecha de lanzamiento, ni sabemos si saldrá de las fronteras japonesas. Pero está claro que habrá que estar muy atentos a este juego ya que supone una auténtica sorpresa. Un juego que promete mucho y que seguiremos de cerca para manteneros puntualmente informados aquí, en vuestra revista, MeriStation.
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