Swing King

Item: Swing King
Rating: 7

En Swing King jugamos como una bola de pelusa blanca con un unicornio como fiel compañero en un reino tan peculiar como estrafalario, el cual está en peligro gracias a una malhumorada pelusa gigante con un estrambótico sombrero. Ridículo, ¿verdad? Pues la fórmula de Zoink Games y Chillingo funciona más que bien en este nuevo rompecabezas basado en físicas para nuestros dispositivos iOS y Android. Repasemos en nuestro análisis las claves de este divertido título táctil.

Cristian Ciuraneta Catalán CCiuraneta

Actualizado a 2 de julio de 2017 19:58 CEST

La nueva aventura de Chillingo y el estudio independiente Zoink Games resulta tan hilarante como peculiar; tomamos el control de un pequeño monarca en forma de pelusa y su fiel compañero, un unicornio que le ayudará a superar todo tipo de peligros, para tratar de detener a una malhumorada pelusa gigante. Swing King basa sus mecánicas en una fórmula parecida a la de la popular franquicia Angry Birds, es decir, rompecabezas basados en físicas en los que ganar hasta tres estrellas en cada uno de los casi 100 niveles del juego. Veamos en nuestro análisis las claves de un título ‒en principio‒ poco original, pero que nos irá descubriendo situaciones descabelladas de todo tipo; nuestros dispositivos iOS y Android reciben un título gráficamente muy vistoso con una jugabilidad adictiva y, ante todo, realmente divertida, con un genial sentido del humor.

El colorido reino de las pelusas
A diferencia de la franquicia de Rovio ‒con la que muestra evidentes similitudes‒ o el genial Cut the Rope de ZeptoLab, el control de Swing King es mucho más directo; en lugar de lanzar a nuestro personaje y ver lo que ocurre sin poder hacer nada, deberemos estar pendientes continuamente de nuestra simpática pelusa. Así, deberemos movernos sin parar junto a nuestro fiel compañero, un unicornio algo chiflado, con el objetivo de hacernos con las tres estrellas de cada nivel. Todos y cada uno de los niveles presentan una buena colección de objetos a los que agarrarse para así seguir avanzando y no caer al vacío. Recurriendo a un sistema conocido por todos ‒arrastrar y soltar‒, nuestro objetivo es lanzar a nuestro peludo personaje ‒ataviado con su reluciente corona y armado con una espada‒ para así superar todo tipo de obstáculos como pinchos, plataformas móviles, abismos o enemigos voladores.

Si caemos al vacío perderemos, mostrando cierto nivel de desafío para los jugadores más casuales, acostumbrados quizás a fórmulas algo más accesibles. La variedad de los niveles es notable, con una gran colección de elementos tan variopintos como descabellados, desde los enemigos hasta los diferentes objetos y plataformas de cada mundo. Encontraremos elementos con los que interactuar, como muros por derribar y formar un punte o cubos de hielo que empujar para hacerlos llegar a otro lugar del nivel. Swing King presenta algunos problemas a nivel de precisión en momentos puntuales, como cuando debemos mover una pieza a la que nuestro protagonista está agarrado; será entonces cuando cometeremos algunos errores forzados por mínimos problemas táctiles, moviendo o lanzando sin querer a nuestra aristocrática pelusa.

Lienzo en movimiento
Visualmente, Swing King es una maravilla; presenta un diseño artístico genial y realmente original, que se aleja del estilo cartoon de otras propuestas similares. Los gráficos ‒muy bien realizados, por cierto‒ nos muestran entornos muy coloridos, personajes únicos y efectos de lo más divertidos. Cada uno de los mundos disponibles presenta su propio estilo y ambientación; entre los niveles disfrutaremos de escenas realmente disparatadas que nos irán introduciendo a su absurdo pero cómico argumento. El apartado sonoro, por otro lado, resulta totalmente relajante y tranquilo, ofreciendo una buena ambientación a tan endulzado apartado gráfico; los efectos de sonido mantienen la misma esencia hipnótica. En ningún momento resulta molesto o tedioso, con lo que es aconsejable jugar a Swing King con los auriculares y disfrutar de sus divertidos y jocosos matices. Gracias a nuestros logros desbloquearemos nuevos sombreros para nuestro alegre monarca; un curioso añadido para un título con una personalidad del todo disparatada, aunque algo sencillo en conjunto. Eso sí, los combates contra los jefes finales resultan muy entretenidos y originales.

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.